En un ejercicio periodístico se presentan siete discursos oficiales que prometían un alivio para la población en el combate al coronavirus, pero que al final fueron declaraciones desafortunadas.
Catorce meses después, la población no solo restó credibilidad a las declaraciones del gobierno, sino que además se ha distanciado en muchos casos de las recomendaciones que, por momentos, parecieran ser contradictorias.
Falta de transparencia
La falta de una comunicación asertiva no es nueva. Desde que la emergencia sanitaria se hizo presente en Guatemala, el gobierno se caracterizó por emitir mensajes ambiguos.
“Váyanse a la playa”, dijo el presidente Alejandro Giammattei en una conferencia de prensa el 13 de marzo del 2020, luego de que informara públicamente del primer caso positivo de covid en el país.
La consecuencia fue que los contagios crecieron de forma exponencial en las próximas semanas. A la fecha, 8 mil 22 personas han fallecido por el virus.
Otra falla que se cuestionó al Ministerio de Salud fue la falta de transparencia. En un principio, se negó a proporcionar números de contagios a nivel municipal aduciendo que era información “sensible”.
Los datos desagregados por municipio que incluían contagios, decesos y otros detalles no estuvieron disponibles sino hasta el 18 de julio, cuando la cartera lanzó el tablero de covid-19.