Aunque esta declaratoria no toma por sorpresa al alcalde de San Cristóbal, Ovidio Choc, el jefe edil indicó que la prioridad es buscar un lugar donde trasladar a las personas para que estén de acuerdo en abandonar la aldea.
“Es muy compleja la situación porque la gente aduce que ahí nacieron, ahí van a vivir y ahí van a morir. Sacarlos es muy difícil, vamos a platicar con ellos, pero ellos son los que toman sus decisiones”, dijo Choc.
El 5 de noviembre de 2020, parte de una montaña se desprendió debido a la humedad causada por las intensas lluvias provocadas por la depresión tropical Eta. Alrededor de 150 viviendas quedaron soterradas y otras 25 quedaron en condición de riesgo.
Aún así, las familias sobrevivientes decidieron regresar al lugar pese a las condiciones de peligro.
Según David De León, vocero de la Conred, a las familias se les propuso trasladarse a una urbanización conocida como El Mirador, ubicada en el mismo municipio, pero las personas rechazaron la propuesta.
Choc explicó que las familias no quisieron trasladarse a ese lugar ya que era muy pequeño a comparación del lugar donde viven actualmente.
¿Qué pasó con los habitantes de Quejá, la aldea que quedó bajo el lodo por la tormenta Eta?
Según dijo el jefe edil, el terreno en Quejá mide aproximadamente 48 caballerías y el lugar donde les proponía la Conred era tan pequeño que no tenían espacio para tener sus cosechas y mantener el ganado
Choc agregó que están buscando la posibilidad de adquirir una finca de 19 caballerías ubicada por un lugar conocido como La Primavera, sin embargo, este terreno que es privado tiene un costo de Q40 millones.
Para conseguir los fondos y comprar este terreno, Choc indicó que buscan entablar comunicación con el presidente Alejandro Giammattei.
Deben abandonar
Aunque la zona se declaró como de alto riesgo en Quejá, la Conred ni la municipalidad de San Cristóbal tienen la potestad de obligar a las familias a abandonar el lugar.
Sin embargo, la aldea no es un lugar habitable y, según el dictamen de la Conred, no se recomienda el asentamiento de personas en el área.
Además, piden no realizar actividades que se encuentren relacionadas con residir, ocupar o habitar en el área, “en virtud de la situación a la alta susceptibilidad a deslizamientos y a los daños físicos correspondientes a las condiciones de la estructura, de conformidad con las evaluaciones realizadas”.
A decir de Choc, Quejá no es la única comunidad que está en peligro. En San Cristóbal Verapaz hay otras ocho comunidades que están en riesgo, entre ellas están las comunidades de El Grande, La Independencia, Alquil Pequeño, Santa Rosa, Cedral, entre otras.