Los problemas de aprendizaje ocurren debido a la forma en el que el cerebro incorpora y procesa la información. Pueden presentarse como dificultades para comprender lo que las personas dicen, para hablar, leer, escribir, poner atención o resolver problemas matemáticos. Por ello, cada persona tiene un método favorito o que le hace más fácil aprender algo nuevo.
“Los problemas del aprendizaje no se relacionan con la inteligencia. Son causados por diferencias en la estructura del cerebro y afectan la forma en que el cerebro procesa la información. En general, estas diferencias están presentes desde el nacimiento”, explica el portal Medlineplus.
Tipos de problemas de aprendizaje
De acuerdo con Julio Gálvez, psicólogo especialista en niños, entre los problemas de aprendizaje más comunes se encuentra:
Dislexia: Se identifica como problemas de lectura. Aunque es común que los niños cuando están aprendiendo a leer o a escribir confundan letras como la B por la D y el 6 con el 9, no se trata de un problema de visión, sino que el cerebro está modificando la secuencia de la información que recibe de los ojos.
La mayoría de la niñez lo supera antes de los 7 años, pero quienes tienen problema de dislexia persisten con las dificultades. Otra forma de dislexia es cuando un niño tarda en relacionar el significado de una palabra, por ello leen muy despacio o tienen que releer el texto para comprenderlo.
Disgrafía: Es una consecuencia de la dislexia, ya que se presenta como dificultad para escribir. Es una coordinación motora deficiente o de problemas para entender el espacio. A la niñez le cuesta formar algunas letras o números, por lo que la mayoría de sus textos están conformados por palabras que no se entienden.
Discalculia: Muchos niños e incluso los adultos tienen problemas con las matemáticas. Pero a un niño que tiene problemas de discalculia se le dificulta comprender conceptos muy básicos.
Discapacidad de la memoria y procesamiento auditivo: Estos términos comprenden la dificultad para comprender y recordar palabras o sonidos. Es común que el niño escuche con normalidad, pero no recuerde las partes importantes de la conversación porque su memoria no está almacenando ni descifrándolas de manera correcta.
Cómo se diagnostican
“Los trastornos del aprendizaje generalmente no se reconocen hasta que un niño comienza la escuela porque es allí en donde el niño hace actividades relacionadas al aprendizaje constantemente. Si lee todos los días y le cuesta, entonces el maestro se dará cuenta, igual con los problemas de escritura”, dice Ángela Véliz, psicóloga y maestra de educación especial.
Cuando un niño tiene problemas para procesar la información que recibe, le delata su comportamiento. Los padres deben estar atentos y observar las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje:
- Dificultad para entender y seguir tareas e instrucciones.
- Problemas para recordar lo que alguien le acaba de decir.
- Dificultad para dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.
- Dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda, para identificar las palabras, etc. Puede presentar tendencia a escribir las letras, las palabras o los números al revés.
- Falta de coordinación al caminar, hacer deporte o llevar a cabo actividades sencillas como sujetar un lápiz o atarse el cordón del zapato
- Facilidad para perder o extraviar su material escolar, libros y otros artículos
- Dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiendo el ‘ayer’, con el ‘hoy’ y/o ‘mañana’
- Tendencia a la irritación o a manifestar excitación con facilidad.
Tratamiento
El tratamiento más común para las discapacidades de aprendizaje es la educación especial. Un profesor u otro especialista del aprendizaje puede ayudar al niño a aprender a enfocarse en sus puntos fuertes y encontrar formas de compensar sus puntos débiles.
Los educadores pueden ofrecer métodos especiales de enseñanza, realizar cambios en el aula o utilizar tecnologías que pueden ayudar a las necesidades de aprendizaje. En ocasiones, los tutores o terapeutas del habla o del lenguaje también trabajan con los niños.
Un niño con una discapacidad de aprendizaje puede tener problemas de baja autoestima, frustración y otras dificultades. Los profesionales de salud mental pueden ayudar a su hijo a comprender estos sentimientos, ayudarles a aprender a manejar estas situaciones y crear relaciones sanas.