El embajador estadounidense en Guatemala, William Popp, concedió una entrevista de 20 minutos a Prensa Libre, para conversar sobre estos temas, que van desde la donación de vacunas hasta el apoyo de su gobierno en la lucha contra la corrupción y en favor del desarrollo económico.
En los últimos días, la visita de Harris hizo que algunos actores de la sociedad levantaran las cejas, tanto porque no los incluyó en sus reuniones como por su mensaje político, aunque Popp asegura que su gobierno está interesado en trabajar con todos los sectores del país, en concreto mencionó al gobierno, al sector privado, organizaciones de la sociedad civil y a las comunidades.
Comentó que, a diferencia de otras iniciativas de cooperación, la estrategia anunciada por su país es nueva, pues lucha contra las causas por las que las personas deciden emigrar, como la corrupción, y que al mismo tiempo apoya al país con acciones concretas, como con la donación de vacunas e invirtiendo recursos económicos.
—En los últimos meses hemos visto cómo los países más desarrollados acaparan la mayor cantidad de vacunas, mientras que naciones como Guatemala afrontan dificultades para adquirir más dosis. ¿Cómo estableció su gobierno la donación de 500 mil dosis? ¿Por qué no más?
—Esta es la primera visita internacional de la vicepresidenta. Lo primero que ella resaltó fue la donación de 500 mil vacunas para Guatemala. Forma parte de un legado de más de US$26 millones donados de EE. UU. en ventiladores, hospitales móviles y demás insumos. Ayer, el presidente Biden anunció la donación de 500 millones de dosis de vacunas y ese es un compromiso para apoyar a más de 90 países del mundo en la respuesta al covid-19. Tal como lo mencionó la vicepresidenta Harris en su visita, todos estamos conectados en enfrentar desafíos en seguridad, pobreza y en la pandemia.
—En los últimos años la cooperación estadounidense no ha llegado a quienes la necesitan. Se han invertido millones de dólares en proyectos que no han sido útiles para las comunidades, ¿Cómo lograr que las donaciones anunciadas por la vicepresidenta lleguen a quienes las necesitan, sin estancarse en la estructura administrativa de las empresas que ejecutan proyectos?
—Hay aspectos interesantes de resaltar con los anuncios económicos orientados a generar prosperidad. En primer lugar, el programa de empoderamiento para mujeres jóvenes, de US$40 millones, es un buen ejemplo de cómo desarrollamos estos proyectos con los propios beneficiarios y con las comunidades donde viven las jóvenes que necesitan el apoyo. No es algo que se desarrolló desde Washington, se hizo en conjunto con los beneficiarios.
En segundo lugar, la vicepresidenta anunció otro tipo de asistencia, como el fondo de emprendedurismo, que es una nueva manera de trabajar. Es parte de una contribución de EE. UU. de aproximadamente US$7 millones, un poco más. Y hay otra parte que se trabaja con el sector privado, para que este contribuya con sus recursos y buenas prácticas en varias áreas de innovación, desde energía renovable, agua y saneamiento, telemedicina, etcétera.
En tercer lugar, la vicepresidenta anunció tres áreas de financiamiento en vivienda sostenible, agricultura y fomento de las micro y pequeñas empresas. Este es otro ejemplo donde trabajamos con el sector privado, no con donaciones, pero sí financiando proyectos factibles.
—¿Cuál será el rol de las organizaciones de sociedad civil en la cooperación de EE. UU.?
—Trabajamos con oenegés en muchas partes del mundo, incluyendo a Guatemala, para apoyar en la asistencia técnica, en la distribución de alimentación y en el desarrollo de proyectos económicos, por ejemplo. Muchas oenegés tienen una experiencia que es importante y necesaria. La sociedad civil guatemalteca obviamente conoce a las comunidades donde podemos trabajar directamente. Y continuaremos trabajando con el gobierno de Guatemala para canalizar y aumentar impactos para algunas actividades, entonces es un esfuerzo conjunto que incluye a la sociedad civil, sector privado y al gobierno de Guatemala a nivel nacional, pero también local, para maximizar impacto de asistencia y financiamiento. Nuestra meta en común es generar alternativas a la migración irregular y oportunidades para que las comunidades prosperen.
—¿Qué papel desempeñarán las agencias de cooperación de EE. UU. en el país, como Usaid?
—El primer ejemplo es en el empoderamiento de mujeres jóvenes. Usaid va a recibir fondos y a trabajar con socios aquí en Guatemala para implementar actividades en educación, capacitación y actividades que permitan reducir la disparidad en género, particularmente en comunidades donde hay dificultades como la violencia de género, trata de personas, etcétera. Usaid será el canal de recibir este dinero y trabajar con socios locales. En el caso de emprendedurismo e innovación, Usaid trabajará con varios representantes del sector privado, local y de Estados Unidos.
Hay fondos de inversión y fundaciones que tienen capacidades en áreas particulares de innovación y emprendedurismo, desde el sector agricultura, educación, telemedicina, microfinanzas, etcétera.
Un tercer ejemplo es en el financiamiento para vivienda, agricultura y microempresas. Viene un préstamo del Development Finance Corporation, que es una nueva agencia del gobierno de EE. UU., tiene poco menos de dos años de existir y es una agencia de inversión que trabajó mano a mano con el sector privado para facilitar inversiones sostenibles y productivas.
—En su visita, la vicepresidenta se reunió con el presidente, su equipo de ministros y organizaciones de sociedad civil, pero hubo grandes ausentes en estos encuentros. Por ejemplo, el Cacif y diputados de la Junta Directiva. ¿Cuál es el mensaje del gobierno de EE. UU. para estos sectores que no fueron incluidos y que podrían sentirse relegados de los proyectos de cooperación?
—Creo que el trabajo del gobierno de EE. UU., incluyendo Embajada, ha dejado claro que estamos trabajando con todos esos sectores, particularmente el sector privado y sociedad civil. El compromiso de EE. UU. es firme con Guatemala en trabajar, no solo con el Gobierno, que obviamente es un socio importante, pero también con los otros sectores. La visita fue breve, de horas. No es posible incorporar a todos en una visita. La vicepresidenta fue clara que ella tiene la expectativa de que es la primera de más visitas en el futuro, pero nuestro compromiso en trabajar con todos los sectores de Guatemala es fuerte y continuará con estas actividades. Los resultados anunciados son claros en el sentido que estamos trabajando con sector privado, con sociedad civil, con gobierno, salud pública, etcétera. Ese es el compromiso claro y firme de la visita.
—La vicepresidenta Kamala Harris anunció múltiples acuerdos con Guatemala, entre ellos la creación de una fuerza de tarea anticorrupción. Sin embargo, al consultar con el gobierno de Guatemala, afirma que esto no se ha negociado y que es un proyecto unilateral de EE. UU. ¿Cuál es la ruta para ponerlo en marcha?
—Tenemos una colaboración con el gobierno de Guatemala en la lucha contra la corrupción y a favor del estado de Derecho desde hace mucho tiempo. Continuaremos profundizando esta colaboración con Ministerio Público y otras instituciones. Lo que la vicepresidenta Harris anunció fue una fuerza de tarea estadounidense que sumará esfuerzos del Departamento de Justicia, Tesoro y Estado para enfocarlos en investigar la corrupción que tenga nexos en EE. UU. En segundo lugar, se brindará apoyo para desarrollar capacidades con nuestros socios en la región; en este caso, Guatemala. Continuaremos dando apoyo al Ministerio Público y varias fiscalías, incluyendo la Fiscalía Especial contra la Impunidad. Y en tercer lugar, movilizaremos recursos rápidos para apoyar cuando haya casos que tienen vínculos con EE. UU. para que fiscales e investigadores en EE. UU. puedan trabajar mano a mano con Guatemala. Seguiremos el dinero que sale de Guatemala para capturarlos y devolverlos al país. Ese esfuerzo aumentará eficiencia y esperamos ayudar en combatir la corrupción y la impunidad en Guatemala y en la región.
—La vicepresidenta anunció que muchas iniciativas son nuevas. Hay algunas que llaman la atención, como el centro de atención para migrantes deportados en el occidente del país. ¿No es esta una nueva versión del acuerdo de tercer país seguro?
—Simplemente no es lo mismo. Lo que estamos haciendo en este momento es desarrollar, lado a lado con Guatemala, un modelo de centros que van a ayudar a ciudadanos guatemaltecos que son retornados para apoyarlos a reintegrarse al país. Es algo que esperamos trabajar con los ministerios apropiados del gobierno de Guatemala para que los guatemaltecos retornados puedan tener acceso a información, servicios públicos del gobierno nacional, servicios de las organizaciones internacionales para reestablecerse y poder acceder a educación, empleo, etcétera.
De igual forma, si hay gente que fue separada de su familia en el viaje al norte, va a tener la oportunidad de hablar con autoridades para restablecer el contacto.
El plan es para los guatemaltecos, y si hay personas retornadas que no son ciudadanos guatemaltecos, se les ayudaría a trasladarlos a sus países de origen. Es posible que gente de otra nacionalidad llegue a este centro, pero los servicios de reintegración serían para los guatemaltecos.
—Los índices de pobreza se siguen incrementando y, por ende, también la migración. ¿Por qué serán diferentes estos acuerdos respecto de iniciativas de apoyo de anteriores administraciones que no han logrado sus frutos?
—Creo que lo que nosotros colocamos en la mesa en esta visita fue claro, productivo y enfocado en resultados. En primer lugar, la donación de vacunas es una acción concreta para reducir, en el corto plazo, el impacto de la pandemia. Es una primera donación de más que esperamos en el futuro.
En segundo lugar, hay enfoque en la transparencia y lucha contra la corrupción. Queremos aumentar capacidades en EE. UU. y Guatemala para enfrentar este flagelo porque sabemos que es una causa estructural de la migración.
En tercer lugar, hay un enfoque en generar prosperidad y esperanza, trabajando con sector privado en algunos aspectos, como préstamos y financiamiento en proyectos que son importantes, como la vivienda y la agricultura. Queremos generar proyectos que son factibles y rentables a largo plazo. Apoyaremos el emprendedurismo. Sabemos que a nivel micro y pequeña empresa es donde se puede generar empleo formal y oportunidades para personas.
Y en cuarto lugar, fortaleceremos la seguridad fronteriza. Aumentaremos nuestra colaboración con Guatemala contra las redes de tráfico ilícito de personas porque sabemos que son redes criminales que se aprovechan de migrantes. Aumentaremos significativamente nuestro apoyo a Guatemala con fuerza de tarea especial en esta área para tratar estas redes criminales.
Con estos cuatro enfoques, la donación de vacunas, la transparencia, prosperidad y el aumentar de la seguridad fronteriza estamos construyendo un camino nuevo, muy productivo y enfocado en resultados.