MIRAMUNDO
Seguridad y libertad
Nueva York, Buenos Aires, México, Medellín, Madrid, Roma, París son ciudades que han soportado groseros atentados terroristas, pero en todas ellas los espacios públicos se recuperan y sus habitantes los disfrutan. Existen plazas abiertas, calles peatonales, parques y ciclovías. El panorama de una ciudad no debe ser un gran zaguán, como nosotros estamos acostumbrados.
Tenemos en nuestro país la percepción, para estar seguros, de encontrarnos dentro de muros de tres metros, barandas y alambre espigado. Esto provoca perder, poquito a poco, la estética, la funcionalidad de los diseños originales y la libertad. Un excelente ejemplo es el Centro Cívico.
A los asesores de seguridad del Banco de Guatemala se les ocurrió hace décadas poner barandas, rejas y tapar el paso, y así, aunque el diseño de las plazas es para poder caminar, resulta que no se puede y los laberintos son la especialidad. Unos mareros tuvieron una trifulca en tribunales, así que alguien enrejó el Palacio de Justicia y evitó el paso libre como la mejor forma de estar “seguros”, y el edificio del IGSS, con entrada por la 7a. avenida, está bloqueado y debemos entrar por el callejón. Solo la Municipalidad mantiene siempre sus puertas abiertas, tanto del lado norte como del lado sur. Los ingresos a nuestros edificios son gravosos y si ahora le agregamos la pandemia, la cosa es peor.
' Si bien en todo el mundo hay un debate entre seguridad y libertad, aquí la libertad ni se menciona.
Alejandro Balsells Conde
El Centro Cívico es el área con mayores plazas peatonales del país y queda la invitación para hacer un tour y ver la cantidad de obstáculos de un lado para el otro, pero la Academia también se suma a esta liga. ¿A quién puede ocurrírsele cercar el Parque Universitario Los Arcos en la Avenida de Las Américas con pared de ladrillo? Un espacio abierto para lucirse en una de las vías más lindas, es horroroso porque alguien hizo negocio y el paisaje se fue por el cañ. Para más inri, también los grandes centros comerciales se suman al esfuerzo. En la 12 calle de la zona 10 está el edificio Avia, cuyo arquitecto, sin duda por simular una plaza, previó varias puertas de ingreso. ¿Qué sentirá al ver solo una funcionar? Sin duda una emergencia y una evacuación rápida no preocupa a los administradores.
Visitar Vista Hermosa o la colonia El Maestro en zona 15, Utatlán o Molino de las Flores en zona 11, Proyectos en zona 6, La Cañada o El Campo en zona 14, Jardines de la Asunción o Vivibién en zona 5, por mencionar algunas colonias, es encontrar talanqueras, garitas y paredes. Los parques públicos están perdidos y ahora son privados, las calles dejaron de ser de todos. ¿Es esto seguridad?
Si bien en todo el mundo hay un debate entre seguridad y libertad, para variar, nuestro enfoque es rupestre y acá la libertad ni se menciona. El concepto que vemos con rejas, muros, talanqueras, polarizados, alambres espigados, garitas es el mismo concepto manejado en todas las demás áreas donde pensar y expresar un pensamiento disidente es condena a laberinto, pero lo peor, quienes mandan juran defender la libertad. Nuestra ciudad es un reflejo de lo que somos y sin duda hemos construido una ciudad paranoica y represiva. Dudo que en América Latina la inercia sea la nuestra. Hemos perdido el enfoque de lo público y en el ajuste de cuentas solo pasivos encontramos.
Para muchos es evidente la necesidad de cambiar el enfoque de nuestra seguridad, pero sin duda hay resistencias. Con ministros como Gendri Reyes en Gobernación o autoridades municipales cuya principal preocupación es cobrar dietas, la cosa se complica, y además debemos agregar lo que muchos sabemos en cuanto a que existen empresas de seguridad solo como pantalla de negocios turbios.