A nivel nacional, Rusia reportó este sábado un aumento récord de infecciones desde comienzos de año, con 21 mil 665 nuevos casos en las últimas 24 horas, y la cifra diaria más elevada de muertos desde diciembre que reportó 619 fallecidos.
El país, actualmente impactado por la propagación de la contagiosa variante Delta, tiene un balance oficial de 132 mil 683 muertes desde el comienzo de la pandemia, el sexto peor del mundo.
Los medios locales de San Petersburgo han publicado fotos y vídeos de miles de personas concentradas en las calles durante las celebraciones del fin del curso escolar, en las que se respetaron poco las medidas sanitarias.
La ciudad, además, ha sido sede de seis partidos de la Eurocopa de fútbol y el próximo viernes organizará un último encuentro de cuartos de final, en todos con las gradas al 50% de capacidad, lo que supone más de 26 mil espectadores.
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Decenas de aficionados finlandeses contrajeron el virus tras presenciar el partido entre su selección y Bélgica a principios de semana.
Días atrás, la ciudad anunció la prohibición de vender comida en las zonas para aficionados de la Eurocopa.
Este incremento de infecciones y muertes se produce mientras las autoridades rusas intentan convencer a sus escépticos ciudadanos para que se vacunen.
“Para frenar la pandemia, se necesita una cosa: vacunaciones rápidas y a gran escala. Nadie ha inventado otra solución”, aseguró el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin a la televisión estatal este sábado.
“Para solucionar este problema, necesitas vacunarte o confinarte”, dijo en otra declaración, según la agencia de noticias RIA Novosti.
Solo 21.2 millones de los 146 millones de ciudadanos rusos han recibido al menos una dosis de la vacuna, según el balance de datos.