Varias facultades de la Universidad de San Carlos organizaron protestas y el 7 de septiembre de 1943 se integró la Asociación de Estudiantes Universitarios. En Centroamérica gobernaban autócratas. En El Salvador estaba Maximiliano Hernández; en Honduras, Tiburcio Carías; en Nicaragua, Anastasio Somoza, y en Guatemala, Ubico Castañeda.
En junio de 1944 el magisterio organizó una manifestación de repudio al continuismo de la dictadura. En la Facultad de Derecho se nombró a decanos afines a Ubico y esto generó la protesta de los universitarios.
La reacción del gobierno fue decretar la suspensión de garantías constitucionales el 22 de junio. En la Facultad de Medicina se declaró un paro laboral en servicios hospitalarios y la de Derecho paralizó tribunales. Los abogados en ejercicio digno se solidarizaron públicamente con el movimiento, así como otros grupos de profesionales, intelectuales y obreros.
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María Chinchilla nació el 2 de septiembre de 1909 en la aldea Las Ánimas, Asunción Mita, Jutiapa. Estudió magisterio en Jalapa y se graduó en 1927. Se trasladó a la capital en 1932 y dio clases en las escuelas José Felipe Flores y Manuel Cabral, así como en el colegio María Minera. Se integró a la Asociación de Maestras Católicas. Al morir tenía 34 años.
Memorial de los 311
El sábado 24 de junio, a las 11 horas, los estudiantes marcharon pacíficamente con las manos juntas a la espalda. Se presentó al presidente de la República un memorial en el que se pedía el inmediato restablecimiento de las garantías constitucionales. El documento se conoció como Memorial de los 311, por el número de ciudadanos que lo suscribieron, con firmas legibles.
Esa misma tarde se produjo otra manifestación, más numerosa, en la que participaron estudiantes, maestros, profesionales, comerciantes, obreros y familias. Los establecimientos comerciales cerraron sus puertas. La respuesta del gobierno fue sacar a la calle contingentes de soldados y policías, a pie y a caballo. Hubo detenidos, heridos y varios muertos.
El 25 de junio
La mañana del domingo 25 de junio, una multitud concurrió al centro de la ciudad y ocurrieron nuevas agresiones contra los ciudadanos. Varios líderes se asilaron en embajadas al temer por sus vidas.
El gobierno intentó, supuestamente, “dialogar” con los firmantes del manifiesto pero sin levantar el estado de Excepción, con lo cual se temía que fuera un pretexto para capturarlos.
El 25 de junio, después de salir de la misa de San Francisco, un grupo de mujeres efectuó una caminata pacífica, pero la caballería arremetió contra ellas y también hubo disparos.
Sobre la 16 calle quedó tendido el cadáver de la profesora María Chinchilla, quien recibió un balazo. Fue la gota que derramó el vaso.
Desde el lunes 26 hasta el 30 de junio, profesionales, estudiantes, obreros y comerciantes, hombres y mujeres de familias distinguidas enviaron mensajes escritos al presidente Ubico, en los que denunciaban los abusos y los crímenes, y se planteaba como única solución su renuncia al cargo. La mañana del 1 de julio, por medio de la radio nacional, el pueblo se enteró de que el dictador había renunciado.
Con información de Historia General de Guatemala y La caída de una dictadura.
SERIE HISTÓRICA (76)