La experta en el tema, Saskia de Winter, explicó en entrevista para Forbes México que las raíces del síndrome del impostor tienen cimientos desde el entorno familiar. El rechazo y los comparativos suelen detonar este desorden durante la adultez.
“Las mujeres vivimos en un país machista en donde se nos compara con otros hombres y nos brindan menos oportunidades por el simple hecho de ser mujeres, entonces es cultural y global, son espacios en donde hay sobre-exigencia y un autosabotaje muy fuerte”, profundiza Saskia.
¿Tengo el síndrome del impostor?
A manera de guía, Saskia de Winter plantea las siguientes preguntas y recomienda buscar ayuda profesional, entre más se responda sí a lo largo del cuestionario, es más alta la probabilidad de tener síndrome del impostor.
- ¿Eres perfeccionista?
- ¿Prefieres trabajar sola?
- El síndrome del impostor no debe confundirse con la depresión, sin embargo… ¿entras en procesos de ansiedad o depresión?
- ¿Consideras ser adicta al trabajo?
- ¿Tienes miedo a ser evaluada o juzgada?
- ¿Minimizas los halagos que te hacen otras personas?
- ¿Te consideras como una farsa y temes ser descubierta tal como lo sería un “impostor”?
Reconocer nuestras habilidades reales y pedir apoyo, entender que cualquier persona se equivoca aporta un enfoque diferente a la hora de buscar apoyo y poder disfrutar sus logros.
Como consejo final, Saskia dice: “no soy lo que me pasó o lo que me ocurre, pero si soy en quien elijo convertirme día a día. No soy el accidente, no soy el fracaso, no soy la pérdida, no soy el papá que abandona. Soy la que elijo convertirme día a día a pesar de las circunstancias, ¿qué voy a hacer al respecto para ser una mejor empresaria, una mejor compañera de trabajo, la mejor líder, una mejor amiga? Ahí está”.
* En alianza con Forbes México, artículo de Forbes Staff.