Los hechos
El 1 de enero de 1980 un grupo de 27 personas, en su mayoría indígenas y representantes de organizaciones sociales de Quiché, junto a algunos estudiantes universitarios, ocuparon la Embajada de España en Guatemala. Los manifestantes buscaban denunciar la represión del Ejército en ese departamento y pretendían instalarse en el edificio por tiempo indefinido. “Toda esta injusticia, toda esta maldad y toda esta cobardía del Ejército Nacional es lo que venimos a denunciar a la capital, pero también aquí fuimos perseguidos y amenazados por las fuerzas represivas”, exponía un comunicado hecho público ese día y suscrito por comunidades de Chajul, Nebaj, Cotzal y San Miguel Uspantán. Tras enterarse de la ocupación, las fuerzas de seguridad rodearon el edificio. Según los testimonios y evidencias recolectadas en el Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, la Policía, al no poder ejecutar el desalojo “después de haber derribado la puerta, utilizan un lanzallamas o un lanzador de gas inerte contra todas las personas que se encontraban dentro del despacho del embajador”. El fuego incinera a los ocupantes y hace estallar cócteles molotov llevados por los manifestantes. Perdieron la vida 37 personas. Los únicos sobrevivientes fueron el embajador Máximo Cajal y el campesino Gregorio Yujá, quienes fueron custodiados por agentes en su traslado al Hospital Herrera Llerandi. Yujá fue secuestrado por un comando armado en el hospital y apareció muerto poco después. Por este hecho, España rompió relaciones diplomáticas con Guatemala por cinco años.
Pedro García Arredondo, jefe de la sección de Investigaciones Especiales de la Policía Nacional, fue condenado, en el 2015, a 90 años de prisión por este hecho. Entre los fallecidos en la embajada se encontraba el jurista y excanciller Adolfo Molina Orantes, cuyo hijo publicó un libro este año en el cual critica la permisividad del embajador Cajal como causal de la toma. También murió allí Vicente Menchú, padre de la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú. Este suceso aún suscita señalamientos y amargos recuerdos de una etapa de confrontación y violencia a la cual Guatemala nunca debería volver.
Con información de Hemeroteca Prensa Libre
PRÓFUGO
Romeo Lucas presidió un gobierno plagado de escándalos de corrupción y señalado de múltiples crímenes políticos, cometidos bajo la dirección del ministro de Gobernación Donaldo Álvarez Ruiz. Lucas fue derrocado por un golpe de Estado el 23 de marzo de 1982. El también general Efraín Ríos Montt encabezó el triunvirato de gobierno y después se proclamó presidente. Lucas falleció en 2006 en Venezuela y de Álvarez Ruiz se desconoce su paradero.