Las emisiones de carbono de China no solo son enormes y están creciendo, sino que eclipsan a las de otros países.
BBC NEWS MUNDO
Cambio climático: cómo el explosivo crecimiento de China lo convirtió en el principal contaminante del mundo
El presidente de China, Xi Jinping, ha dicho que su país buscará que la emisión de dióxido de carbono (CO2) alcance su punto más alto antes de 2030, para entonces lograr la neutralidad en 2060.
Los expertos coinciden en que si China no hace grandes reducciones en la liberación de contaminantes al ambiente, el mundo no puede ganar la lucha contra el cambio climático.
El presidente de China, Xi Jinping, ha dicho que su país buscará que la emisión de dióxido de carbono (CO2) alcance su punto más alto antes de 2030, para entonces lograr la neutralidad en 2060.
Sin embargo, no ha dicho cómo hará para que su país llegue a ese objetivo, el cual es extremadamente ambicioso.
Crecimiento explosivo
Si bien todos los países enfrentan problemas para reducir sus emisiones, China tiene el mayor reto.
Las emisiones por persona en el país asiático son aproximadamente la mitad de las de EE.UU., pero su enorme población de 1.400 millones y su explosivo crecimiento económico lo han llevado muy por delante de cualquier otro país.
China se convirtió en el mayor emisor de CO2 del mundo en 2006 y ahora es responsable de más de una cuarta parte de las descargas globales de gases de efecto invernadero para el planeta.
Transición del carbón
Reducir las emisiones de China es posible, según muchos expertos, pero requiere de un cambio radical.
El carbón ha sido la principal fuente de energía del país durante décadas y su uso está aumentando.
El presidente Xi ha dicho que China “reducirá gradualmente” el uso de ese combustible a partir de 2026, pero algunos gobiernos y activistas consideran que podría hacer mucho más.
Investigadores de la Universidad de Tsinghua, en Pekín, dicen que China debería dejar de usar carbón para generar electricidad para 2050 y sustituirlo por completo por energía nuclear y renovable.
Pero lejos de cerrar las centrales eléctricas de carbón, el gobierno chino actualmente está construyendo nuevas plantas en más de 60 puntos en todo el país. Muchas localidades incluso tienen más de una planta.
Las plantas nuevas suelen estar activas durante 30 a 40 años, por lo que China tendrá que reducir la capacidad de las más nuevas y cerrar las antiguas si quiere reducir las emisiones, dice el investigador Philippe Ciais, del Instituto de Ciencias Ambientales y Climáticas de París.
Es posible modernizar algunas para que capturen sus emisiones, pero la tecnología para hacerlo a gran escala aún se está desarrollando y muchas plantas tendrán apagarse después de tener mínima actividad.
China argumenta que tiene derecho a hacer lo que los países occidentales han hecho en el pasado: liberar CO2 para desarrollar su economía y reducir la pobreza.
También ha financiado centrales eléctricas de carbón fuera de China a través de su iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda, aunque ahora parece estar reduciendo sus nuevas inversiones.
El cambio a la energía verde
Los investigadores de la Universidad de Tsinghua dicen que el 90% de la energía debería provenir de energía nuclear y renovable para el año 2050.
Para llegar a ese objetivo, el gobierno chino tiene que avanzar en la fabricación de tecnología ecológica, como paneles solares y baterías de gran capacidad.
China fue uno de los primeros países en adoptar las tecnologías verdes como medio para lidiar con la contaminación del aire, un problema grave para muchas de sus ciudades.
El gobierno también cree que esas tecnologías tienen un enorme potencial económico, pues además de que generan empleos e ingresos a millones de chinos, reducen la dependencia del petróleo y el gas extranjeros.
“China ya está liderando la transición energética global”, dice Yue Cao del Overseas Development Institute. “Una de las razones por las que podemos implementar tecnología verde más y más barata es China”.
El país asiático genera más energía solar que cualquier otro del mundo. Puede que eso no sea tan impresionante dada la enorme población de China, pero es una señal de hacia dónde se dirige el país.
Las plantas de energía eólica de China generaron más del triple que las de cualquier otro país en 2020.
El gobierno asegura que la proporción de su energía generada a partir de fuentes de combustibles no fósiles debería ser del 25% para 2030, y muchos analistas esperan que alcance el objetivo antes de ese año.
Conducción eléctrica
China ocupa el séptimo lugar en el mundo por su porcentaje de ventas de automóviles eléctricos.
Pero considerando su enorme tamaño, el país fabrica y vende más automóviles eléctricos -por un margen considerable- que cualquier otro país.
Aproximadamente uno de cada 20 automóviles vendidos en China funciona con electricidad.
Calcular en cuánto reduce ese hecho las emisiones no es sencillo, especialmente si se tienen en cuenta el proceso de fabricación y la recarga de baterías.
Pero los estudios sugieren que las emisiones durante la vida útil de los vehículos eléctricos suelen ser inferiores a las de los que usan gasolina y diesel.
Esto es importante porque el transporte es responsable de alrededor de una cuarta parte de las emisiones de carbono por quema de combustibles, siendo los vehículos terrestres los mayores emisores.
China también producirá para 2025 baterías con el doble de capacidad que las producidas por el resto del mundo.
Los analistas dicen que eso permitirá almacenar y liberar energía de fuentes renovables a una escala que antes era imposible.
China se está enverdeciendo
Llegar a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero no significa que China dejará de producir emisiones.
Significa que China reducirá las emisiones tanto como sea posible y absorberá el resto mediante una combinación de diferentes enfoques.
El aumento del área de tierra cubierta de vegetación ayudará, ya que las plantas absorben dióxido de carbono.
En este aspecto hay noticias alentadoras.
La tierra en China se está volviendo más verde a un ritmo más rápido que cualquier otro país, en gran parte como resultado de sus programas forestales diseñados para reducir la erosión y la contaminación del suelo.
También es el resultado de la producción de más de una cosecha por año en los campos de agricultura, lo que mantiene la tierra cubierta de vegetación por más tiempo.
¿Qué sigue?
El mundo necesita que China tenga éxito.
“Solo si China logra la descarbonización vamos a vencer el cambio climático”, dice el profesor David Tyfield, del Centro Ambiental de Lancaster (Reino Unido).
China tiene varias grandes ventajas, en particular su capacidad para ceñirse a estrategias a largo plazo y movilizar inversiones a gran escala.
Las autoridades chinas se enfrentan a una tarea colosal.
Y lo que suceda después difícilmente podría ser más importante.
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