Como en los libros y películas de ciencia ficción, estamos frente a un cambio de transferencia de poder entre máquinas y seres humanos.

Los avances en tecnología y sistemas de inteligencia artificial lo lograrán sin que nos lo pregunten y nos tomen en cuenta. Solo sucederá.

Veamos algunos ejemplos:

Las líneas aéreas ante la crisis y el impacto económico que le ha provocado la pandemia, no han tenido otro camino más que empezar una carrera por la optimización y eficiencia en costos, buscando como sustituir a pilotos con sus copilotos por pilotos autónomos dando las instrucciones a los tripulantes de cabina o bien a los viajeros para comunicarse con ellos.

Los tripulantes de cabina y personal de apoyo en un vuelo deberán adaptarse y dejarse guiar por instrucciones que son generadas por inteligencia artificial.

Pilotos experimentados con más de 20,000 horas de vuelo serán relegados a decisiones que tomen las máquinas.

En Estonia, existe un sistema de inteligencia artificial donde robots jueces pueden resolver casos menores como conflictos matrimoniales, laborales y casos de violación de leyes de tránsito.

Estos robot jueces le envían ordenes a fiscales y asistentes humanos para que se encarguen de ejecutar las resoluciones judiciales emitidas por la inteligencia artificial.

En Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China, un porcentaje de sus ejércitos humanos serán sustituidos en el 2024 por cyborgs (ejércitos con inteligencia artificial) los cuales serán dirigidos y liderados hacia misiones específicas por un gran cerebro de inteligencia militar, que tendrán el control y las estrategias que cada ejército de humanos tiene que cumplir.

Los hospitales avanzados del mundo están empezando a incorporar sistemas de inteligencia artificial en los servicios hospitalarios buscando mejorar la experiencia de los pacientes.

Los médicos recibirán las instrucciones por médicos robots y sistemas de inteligencia artificial capaces de detectar un cáncer o una enfermedad con más precisión que la propia experiencia de los médicos.

Los médicos recibirán instrucciones y los pasos para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas desde las más sencillas hasta las más complejas.

Las enfermeras podrían tener a un jefe robot, que les ordenaría cómo atender y dar seguimiento a un paciente y el tipo de medicamentos por suministrar.

Nos dirigimos hacia un proceso de creatividad destructiva generada por la deshumanización de los procesos del trabajo dados por los avances tecnológicos.

Frente a un contexto tecnológico que sabemos que llegará de manera inminente, el poder de los seres humanos estará en aquellas cualidades y virtudes que siempre nos diferenciarán de otros seres vivos o tecnología, como la sensibilidad interpersonal, empatía, creatividad, la inteligencia emocional, el pensamiento crítico y el discernimiento sobre lo que es correcto y no.