La frase es de Daniel Dias. Él es brasileño y ha ganado 25 medallas paralímpicas en natación.
Ningún nadador en la historia de los Juegos Paralímpicos tiene semejante cantidad de preseas: 14 de oro, siete de plata y cuatro de bronce.
Una gesta que comenzó en Beijing 2008 con cuatro medallas doradas, siguió en Londres 2012 con seis oros más y en Río 2016, en su casa, sumó otros cuatro.
El pasado martes añadió su medalla número 25, en la prueba de los 200 metros mariposa en los Paralímpicos que se desarrollan en Tokio. Quedó en el tercer lugar.
Lo único que hizo fue ampliar su leyenda.
“Esto es muy importante que la gente lo entienda, especialmente para las personas con discapacidad. Somos capaces, iguales, pero también diferentes”, le dijo a la BBC.
La historia de un ganador
Con su 1,73 m de estatura, Dias es conocido como “el hombre piscina” por su velocidad en el agua y por su resistencia: nada entre cinco y ocho km al día como entrenamiento.
La leyenda paralímpica nació el 24 de mayo de 1988 en Camanducaia, en el estado de Minas Gerais, en el sur de Brasil.
Nació con una malformación congénita en los brazos y en la pierna derecha. Pero como ha dicho en varias entrevistas, en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 vio cómo su compatriota Clodoaldo Da Silva se llevaba para casa seis medallas de oro.
Y creyó que él también podía lograrlo.
Así, tras someterse a un duro entrenamiento, llegaron los Juegos de Beijing 2008 y se colgó cuatro medallas de oro en los 50 metros espalda, 100 metros libre, 200 metros libre y 200 metros combinado (todos en su categoría, la S5).
También consiguió cuatro medallas de plata. En junio de 2009, debido a su extraordinario desempeño en Beijing 2008, recibió el premio Laureus al mejor deportista paralímpico.
En Londres 2012 volvió por más: seis medallas de oro. En Río 2016 sumó otras cuatro de oro, tres de plata y cinco de bronce.
Y en las justas de Tokio, que anunció serían sus últimos Juegos, ya lleva una de bronce.
“Ser deportista es muy difícil. Pero ser un paratleta es mucho más. Tenemos que lidiar con muchas cosas, incluidos los prejuicios”, le dijo a la BBC.
“Pero al mismo tiempo, el deporte es una herramienta asombrosa para mostrar la excelencia humana”, señaló.
Polémicas
Pero a pesar de ser una leyenda de los Paralímpicos, el brasileño no está conforme con el sistema de clasificación para los nadadores.
“Para que un atleta pueda competir, debemos estar clasificados. Lo sabemos. Pero si me preguntaras: ¿Puedes explicarme el sistema de clasificación de hoy? No, no puedo”.
Los nadadores paralímpicos -así como ocurre en otras disciplinas, como el atletismo- son clasificados en función de su discapacidad.
Los nadadores se califican de uno a diez, inversamente proporcional a la discapacidad: es decir, la categoría uno congrega a los atletas con mayores discapacidades. Dias nació con dos brazos y una pierna que no se desarrollaron, pero lo han puesto en categoría cinco.
“En 2016 tuve siete récords mundiales. Pero hoy lamentablemente no tengo ninguno. Me los quitaron atletas del grupo de arriba. Yo soy un cinco, ellos eran un seis. Pero hoy también son un cinco”, señaló.
Dias afirma que estos atletas son “menos discapacitados” por lo que pudieron batir sus récords más fácilmente, aunque incluso él se haya vuelto más rápido en la piscina.
“El mundo evoluciona. La tecnología está evolucionando. Y la clasificación no puede usar esa tecnología (para medir mejor el grado de habilidad). ¿Por qué no?”, preguntó el nadador.