Consternación causó el asesinato de la voluntaria suiza nacionalizada guatemalteca, Erika Jenni, quien durante ocho años trabajó en la fundación Escuela Hogar Nuestros Pequeños Hermanos (NPH), en San Andrés Itzapa, Chimaltenango, y cuyo cuerpo fue localizado el domingo en la playa de Monterrico, en Taxisco, Santa Rosa.
Consternación causó el asesinato de la voluntaria suiza nacionalizada guatemalteca, Erika Jenni, quien durante ocho años trabajó en la fundación Escuela Hogar Nuestros Pequeños Hermanos (NPH), en San Andrés Itzapa, Chimaltenango, y cuyo cuerpo fue localizado el domingo en la playa de Monterrico, en Taxisco, Santa Rosa.