A Didier Drogba le pareció mentira verse en mayo del 2012 a 11 metros de su sueño, ganar la Champions League, después de haber pensado año tras año que la generación gloriosa que capitaneaba con Frank Lampard y John Terry terminaría su carrera sin levantar la copa de las orejas grandes.

No solo de Konstantinos Mitroglou vivirá Grecia en Brasil. La selección helena tiene en el Grupo C a Colombia, Costa de Marfil y Japón, y necesitará de los 193 centímetros de altura de Georgios Samaras.

Siendo todavía un niño, a los 12 años, la profesora mandó hacer una redacción a la clase a la que pertenecía Keisuke Honda. El tema era claro: "¿Qué quiero ser cuando sea grande?" El pequeño Honda se esmeró en tratar de recrear su sueño lo más fielmente posible: "Seré el mejor futbolista del mundo, jugaré en la Serie A, llegaré a disputar Mundiales y vestiré el número 10".

Andrés Iniesta jugará el Mundial con 30 años casi recién cumplidos —Fuentealbilla, 11-5-1984—. Comparto su sorpresa. Hay jugadores a los que resulta imposible imaginar en la treintena.

Tim Cahill no es muy alto. Apenas pasa del 1.78 metros, pero posee un potente salto y es un excelente cabeceador. Las poquísimas esperanzas de los socceroos —una mezcla de futbol y Kangaroo, algo así como canguros del futbol, curioso— en un grupo del Mundial complicadísimo.

Robin Van Persie disputará en Brasil su tercer mundial. El delantero de Róterdam tiene la espina de las dos anteriores citas mundialistas y, a pesar de estar en el grupo de la muerte, su objetivo es ganarlo.

Arjen Robben comenzó su carrera en el V.V. Bedum. En sus primeros años siguió las enseñanzas del entrenador Wiel Coerver, una metodología basada en la observación a cámara lenta de movimientos característicos de jugadores como Pelé o Puskas.

Alexis ha vuelto a sus orígenes vestido de azulgrana. Si el delantero chileno ha logrado ser de una vez titular en el Camp Nou no ha sido por el cartel con el que venía de Niño Maravilla.

Neymar da Silva Santos Júnior nació hace 22 años, en Mogi das Cruzes, municipio del Estado de Sao Paulo, 50 kilómetros al oeste de la capital. La historia de Neymar cumple las pautas de otras carreras de muchos genios: exitosa, precipitada y también turbulenta.

El camino de Thiago Silva hasta la madurez del estrellato no ha sido siempre tan exitoso como en el último tramo. El brasileño conoce el frío de la desgracia en el futbol, la dureza de no recibir confianza y hasta se quedó en el filo de abandonar la profesión.