La victoria de Alexander Van der Bellen en Austria desataba alegría y alivio en la cúpula política europea, pero durante la madrugada del domingo al lunes llegaba la mala noticia para Bruselas: el europeísta Matteo Renzi perdía el referendo convocado en Italia para reformar la Constitución y anunciaba su intención de renunciar a la jefatura de Gobierno.