De prominente abogada en la década de los 70 a Primera Dama de EE. UU. en 1993, Hillary Diane Rodham Clinton se ha convertido en una de las figuras femeninas más reconocidas de la política estadounidense, su reputación se la ha ganado por mérito propio en una vida dedicada a la política y la exposición pública, en donde quizá, el trago más amargo fue la traición de su esposo el expresidente Bill Clinton.