GUSTAVO ADOLFO MONTENEGRO
NOTAS DE GUSTAVO ADOLFO MONTENEGRO
País de encantos y desencuentros, de maledicentes y santos, de proxenetas y explotadores, de bondadosos samaritanos y bienhechores; caída de agua en sucesivas gradas jaspeadas de Champey y tres caídas sin límite de basura, ni de tiempo, en el río de Las Vacas gordas que parecen pastar solo para algunos.
Es un gran vendedor. Ha logrado sobrevivir por casi un año a través de la venta y reventa de distintos productos, muebles viejos, pedazos de alfombra, juguetes y hasta una computadora de pantalla de tubo. No sé cuál es su técnica, pero sí que ha conseguido rematar los productos y ganar algo para ir sobreviviendo.
Solo en el 2013, el hospital infantil Juan Pablo II, de Caritas Arquidiocesana, atendió a 79 mil 398 niños, entre consultas externas, emergencias pediátricas y 20 especialidades, entre ellas oftalmología, odontología y psicología. Además de los 241 bebés que nacieron en su recientemente inaugurada unidad de maternidad.
Si hay un lugar de Guatemala en donde se cruzan las aureolas de los dos papas que mañana serán canonizados es en el templo de Esquipulas, Chiquimula, el cual fue elevado a la categoría de Basílica Menor por Juan XXIII, en 1961, y visitado por Juan Pablo II en 1996, durante el segundo de sus tres arribos al país, en conmemoración de los 400 años de veneración del Cristo Negro.
Allá van ellas, moviendo las caderas, a veces voluminosas u otras no tanto, con ropa interior o sin ella. Eso sí, de ida van las prendas recién planchadas, y de regreso, las que no se perdieron, van arrugadas, percudidas, desordenadas.
La intimidad familiar de una cena rural suele ser el marco —literalmente— donde "se comparten ideas, logros, derrotas, tristezas, alegrías", explica el fotógrafo Guillermo Gutiérrez Solé, quien el miércoles 26 de marzo inaugurará la muestra La mesa, en galería La Erre, vía 6 2-60, zona 4.
Dayrín Soto llegó a ser gerente general de una empresa de seguridad, a la cual llegó como recepcionista. Tuvo una planilla de dos mil 300 empleados bajo su dirección. Actualmente dirige a una plantilla de 40 personas, en una compañía de selección de personal que procesa miles de perfiles laborales para diversos puestos solicitados por empresas.
No es fácil mantener la respiración a tantos metros, años, décadas de profundidad. Escuchar las frases esperanzadoras de gente que aporta voluntariamente sus esfuerzos a las buenas causas —sin más interés que ayudar a un mejor futuro— contrasta con las frases absurdas de quienes dicen defender los más altos intereses de la nación y por ello se preparan para mandarnos de nuevo al pasado con sus botes y brochas de pintura con los que manchan las piedras, los árboles, las bardas, los camellones de las carreteras, los paredones, los postes.
Aunque tiene que usar un marcapasos, Ada Luz Silva sonríe cuando se le dice que pareciera que solo lo necesita para adornar el gran corazón que tiene. Ella fue la autora de la idea de organizar la carrera Arco Iris, en 1990, pionera de los eventos pedestres benéficos, algo que en la actualidad es algo frecuente, lo cual considera afortunado. "Es bueno ver que hay tanta gente preocupada por el bien de los demás", dice con un tono positivo.
Desde hace décadas va el mismo muchacho colgando de la puerta del autobús.