Son 33 miradas renovadas, ojos que no ven, sino que fijan, enfocan y disparan para perpetuar un instante, un concepto, una declaración: talento guatemalteco en el universo fotográfico.

Dios guarde si a alguien en el centro de Washington se le ocurre orinar en una de las paredes. O en La Habana. O en Ámsterdam. O en Berlín. Pero en el centro de Guatemala no solo se puede, sino que hay ciertos postes y muros que parecieran estar destinados a tan triste fin.

Solo hay algo comparable con la creatividad de los niños: su sinceridad demoledora, sin prejuicios ni barreras. A pequeños residentes en el hospicio San José se les pidió que dibujaran cómo les gustaría que fuera Guatemala.

Profesor, ya que viene su día, haga un esfuerzo supremo y lea completos aunque sea un par de estos relatos de lumbre.

Puro zacapaneco. Lo dice con orgullo. Salió de su pueblo a los 11 años para cursar la primaria en Totonicapán. Se graduó de ingeniero agrónomo en la Usac, y en 1976 se fue a EE. UU. para estudiar Ecología Forestal.

Una fotógrafa con muy buen ojo que de pronto está frente a la cámara, una artista escénica repentinamente halla una oportunidad dorada, una joven que vive en Ciudad Quetzal y esta semana pasó por la alfombra roja del festival fílmico más famoso del mundo, el de Cannes: ella es Karen Martínez, de 17 años, quien actúa en La Jaula de Oro, producción mexicana sobre el drama de los migrantes, que el viernes ganó el Premio Gillo Pontecorvo y ayer otro en la categoría Una cierta mirada.

Se ríe con esa carcajada grave y sincera que le hace cerrar los ojos al contar que un director la llamaba "la última diva viva". María Teresa Martínez (1937) celebró con una obra de Federico García Lorca sus 69 años de vida teatral y le gustaría festejar los 70 dirigiendo un montaje, pero "el teatro serio necesita padrinos. Es una obra de época y no tenemos para vestuarios y producción", dice.

No es la única ni la primera persona que organiza viajes a Tierra Santa, un destino recurrente en Semana Mayor, al menos en el imaginario popular, pero Carmen Vela Ruiz resalta que fue su tío, el sacerdote José María Ruiz Furlán, padre Chemita —quien murió trágicamente en diciembre del 2003—, quien guió más de cien viajes a los lugares sagrados y fue así como ella dio sus primeros pasos en Belén, Jerusalén, la orilla del Mar de Galilea o la Vía Dolorosa.

Por casi dos décadas, Dasso Saldívar recopiló notas, fotos, datos, entrevistas y cualquier material referente al escritor colombiano Gabriel García Márquez, Nobel de Literatura 1982, autor de novelas como El Coronel no tiene quien le escriba, Crónica de una muerte anunciada o Cien años de soledad, que fue la que en 1970 encandiló al joven Saldívar y le hizo preguntarse "¿quién es este escritor, tan genial y reconocido que a su vez luce tan desenfadado y ajeno al estereotipo del autor famoso?".

"Más de uno, más de dos, más de tres, más de cuatro..." es uno de los cantos que animan al grupo de la fundación Equip en el recorrido a pie —denominado Relevo por el Mundo— que empezó desde su sede en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, el 4 de marzo y que tiene previsto llegar a la frontera de Tecún Umán, Guatemala, el 31 de mayo. Con esta proeza empieza el ciclo de capacitación en liderazgo que se desarrollará en el país en junio próximo.