Pedro Trujillo

NOTAS DE Pedro Trujillo

Hay que comprender que no podemos dar marcha atrás -lo que es muy conveniente- ni tampoco saltar por encima de valores y principios de democracia liberal
El Congreso, el MP, el sistema judicial y el partido UNE permiten que el sistema democrático esté en jaque porque no aceptan los resultados electorales.
Con solo un Efialtes que integre la lista, pertenezca a los “tradicionales del pasado” o meta la pata, serán señalados de ser como los demás.
Se optó entre dos soluciones minoritarias que la mayoría no quería -¡que contraste!- y se seleccionó, como siempre, la “menos mala”.
Las democracias se construyen, no se generan espontáneamente, y para ello la clave es un ciudadano preparado, comprometido y exigente.
No son perfectos, son humanos; pero merecen respeto, dignidad, atención y cierta dosis de adhesión, cariño y respeto ciudadano.
No nos quejemos luego de los resultados, porque aquel que pagó a quien lo votó necesita depredar recursos públicos para resarcirse y volver a pagar a otros.
Esta sociedad tiene, entre sus males, uno muy remarcado: la incapacidad de hablar, debatir racionalmente y escuchar.
Quienes condenan desde la militancia religiosa terminan validando a aquel enemigo de las confesiones: “la religión es el opio del pueblo”.
Con un sistema así diseñado no es de extrañar que estemos permanentemente radicalizados, enojados, furibundos, polarizados, asqueados.