Pedro Trujillo

Doctor en Paz y Seguridad Internacional. Profesor universitario y analista en medios de comunicación sobre temas de política, relaciones internacionales y seguridad y defensa.

NOTAS DE Pedro Trujillo

Esta sociedad tiene, entre sus males, uno muy remarcado: la incapacidad de hablar, debatir racionalmente y escuchar.
Quienes condenan desde la militancia religiosa terminan validando a aquel enemigo de las confesiones: “la religión es el opio del pueblo”.
Con un sistema así diseñado no es de extrañar que estemos permanentemente radicalizados, enojados, furibundos, polarizados, asqueados.
La ciudadanía reclama cambios y está harta, de ahí que el ganador de estas elecciones sea el voto nulo, pero no todos comparten la forma de hacerlo.
El voto nulo fue el ganador de este proceso, lo que representa un importante rechazo ciudadano a todo lo que ha venido ocurriendo.
Elijamos la mejor opción después de analizarlas, porque lo normal no es entregar nuestra confianza a desconocidos.
No nos engañemos, a los delincuentes los eligen otros delincuentes, así que consolide primero sus valores y principios éticos.
Este país tiene demasiada sed de sangre y gusta humillar, presionar, juzgar, encarcelar, y si se pudiera matar a “los enemigos”, mucho mejor.
Ninguna sociedad ha evolucionado o se ha desarrollado sin enfrentar las vicisitudes que, según el momento, la historia ha puesto delante de ella.
A 500 años de conquista —y 200 de independencia— seguimos sin advertir que tenemos un país que se hunde. ¡Vaya futuro el nuestro!