Roberto Ardón

Es abogado y notario. Cuenta con un posgrado en Empresas y Derechos Humanos y ha realizado estudios en gerencia de organizaciones empresariales, resolución de conflictos, estrategia de oratoria y análisis político. Desempeñó un alto puesto ejecutivo en la dirigencia gremial desde 1994 hasta 2023. Actualmente se desempeña como Gerente de Asuntos Corporativos de Banco Industrial. Ha sido catedrático titular del Instituto Latinoamericano de Gerencia de Organizaciones Empresariales y en dos universidades del país. Formó parte del grupo promotor en la constitución del Consejo Económico y Social (CES), y es egresado del Central American Leadership Initiative (CALI). Es autor de los libros “Los debates políticos en Guatemala” publicado en marzo de 2015; “Triunviratos”, presentado el 10 de julio de 2019: “El Caso No. 21”, en mayo de 2021, y de “Rivalidades”, septiembre de 2023. Es miembro de la junta directiva de la AGG, fundador del Foro de Profesionales Landivarianos y conductor del podcast Generaciones en Contraste.

NOTAS DE Roberto Ardón

Recurrir a las operaciones matemáticas básicas nos puede ofrecer una especie de estrategia de la gente decente.
Ojalá más personas de la trayectoria de quien hoy ocupa la atención de esta columna hagan vida política.
En materia de resolver los embotellamientos, todos ganamos haciendo una pequeña concesión.
La coherencia y la consistencia en la aplicación de los buenos principios es fundamental en la gestión pública.
Es preciso tener en cuenta que el llamado anti-voto, allí presente, juega un papel importante.
Basta que una generación de gerentes públicos, con liderazgo, imponga métodos diferentes en la administración pública.
Los algoritmos de las redes se han encargado de llenar las cabezas con mensajes de odio, violencia y venganza.
Nuestro canto patrio tiene el poder de actualizar las imágenes que evoca cuando lo interpretamos.
La infraestructura es un activo clave para el país que va envejeciendo poco a poco.
No extraña que sigamos teniendo algunos proyectos políticos que no son más que meros taxis electorales