Dios quiera que los líderes estén a la altura de estos tiempos.

A partir de 1976 empezaron las farsas electorales con partido único y mayorías del 99%.

En este escenario geopolítico aparece el covid-19 y la gravísima crisis socioeconómica que ha desatado.

Es evidente que los graves errores de comisión y omisión del régimen han deteriorado peligrosamente la posición de Venezuela en la controversia.

Es evidente la vocación totalitaria del “madurismo”; sin embargo, el régimen se acerca a la categoría de “totalitarismo fallido”.

Los costos de la represión en Venezuela aumentarían si hubiese una mayor amalgama política de las protestas.

Las leyes de la evolución podrían producir un hombre de cabeza pequeña, un minúsculo cerebro y unos gigantescos ojos brotados.