Ahorro inteligente: la clave para construir seguridad financiera

Cada quetzal cuenta. Aprender a administrarlo correctamente puede marcar la diferencia entre la estabilidad y la incertidumbre.

 Con la serie Seguridad Financiera, una iniciativa de Bantrab y Prensa Libre, los guatemaltecos pueden fortalecer sus hábitos económicos y aprender, de la mano de expertos, cómo el ahorro se convierte en el mejor aliado para el bienestar y el futuro.

Alcanzar la seguridad financiera comienza con una pregunta sencilla, pero poderosa: ¿sabes en qué estás gastando tu dinero? Si no se lleva un control mediante un presupuesto, es probable que los gastos invisibles o impulsivos estén restando más de lo que se imagina. Precisamente, la cápsula Ahorro inteligente: la clave para el futuro financiero, de la serie Seguridad Financiera, busca guiar a los guatemaltecos hacia una gestión más consciente y efectiva de su dinero.

Mayra Medrano, directora de Captaciones y Segmentos Especiales de Bantrab, explica que ahorrar no es solo una buena práctica, sino una necesidad: “El ahorro funciona como un escudo financiero. Te protege en emergencias, te prepara para imprevistos y te permite alcanzar tus metas”. Según la experta, un fondo de emergencia es esencial para cubrir gastos imprevistos, mientras que el ahorro planificado permite disfrutar con tranquilidad de las metas personales o familiares y asegurar un retiro digno.

Entre las distintas opciones disponibles, Bantrab ofrece cuentas de ahorro tradicionales, de alto rendimiento y certificados de depósito a plazo (CDP). La diferencia entre ellas radica en la disponibilidad del dinero y en la tasa de interés que generan. Mientras las cuentas tradicionales permiten disponer de los fondos en cualquier momento, los CDP ofrecen una tasa mayor a cambio de mantener el dinero durante un periodo pactado.

Uno de los consejos más prácticos es aplicar la regla del 50/30/20: destinar el 50% de los ingresos a necesidades, el 30% a deseos y el 20% al ahorro. Este último porcentaje puede dividirse en un fondo de emergencia (10%), metas a corto plazo (5%) y ahorro para la jubilación (5%). De esta forma, el hábito del ahorro se vuelve parte de la vida cotidiana.