Al igual que los humanos, los perros y los gatos también sufren cambios en su salud según la época del año. Estas son las llamadas enfermedades estacionales, que “pueden afectar la piel, el sistema respiratorio o aparecer como parásitos intestinales. Se repiten año con año y suelen intensificarse en temporadas específicas, como el calor o las lluvias”, explica Ximena Sibrián, veterinaria de Dana Hospital Veterinario.

Además de tener mayor frecuencia en determinadas épocas y repetirse con los años, estas enfermedades puede padecerlas tu mascota en varias ocasiones, por ejemplo, todos los veranos.

¿POR QUÉ AFECTAN LOS CAMBIOS DE CLIMA?

El clima influye directamente en la salud de las mascotas. “El aumento de la temperatura o la humedad favorece la reproducción de insectos como pulgas, garrapatas y mosquitos, transmisores de diversas enfermedades. Además, los cambios bruscos entre frío y calor debilitan las defensas”, comentó Sibrián.

“En Guatemala, podemos tener mucho frío en la mañana y calor intenso al mediodía. Esa transición desafía al organismo de perros y gatos, haciéndolos más vulnerables”, agregó la veterinaria. El polen, el polvo y la floración de ciertas plantas también desencadenan alergias, especialmente en animales sensibles.

ENFERMEDADES MÁS COMUNES SEGÚN LA TEMPORADA

Durante el calor y la lluvia se incrementan los parásitos intestinales y las infecciones por hongos en la piel. En la época fría destacan las infecciones respiratorias, como la tos de las perreras (en perros) o la rinotraqueitis (en gatos). Algunas razas más propensas son los shih tzu y bulldog, que por su nariz corta sufren complicaciones respiratorias. Los golden retriever suelen presentar más problemas de piel, y los gatos persas tienden a ser más delicados en época de frío.

Por otra parte, el golpe de calor es un riesgo grave que puede presentarse en cualquier estación. “Es una emergencia mortal que no discrimina edad ni condición. Puede afectar tanto a un cachorro sano como a un adulto mayor enfermo”, advirtió la especialista.

PREVENCIÓN Y CUIDADOS

La clave está en la prevención. Mantener el plan de vacunación y las desparasitaciones al día es fundamental, así como revisar periódicamente piel, oídos y nariz. Una buena alimentación y control del peso también ayudan a fortalecer las defensas.

“El error más común es pensar que una sola desparasitación al año es suficiente. En un país como el nuestro, con tantos agentes transmisores, se recomienda hacerlo cada dos o tres meses”, señaló Sibrián.

También es importante tomar las medidas necesarias de acuerdo con el entorno, por ejemplo, el uso de abrigos en el frío, buscar sombra y agua fresca en el calor, evitar corrientes de aire y no exponer a las mascotas en lugares con alto riesgo de contagio. Siguiendo estas recomendaciones podrás reducir el riesgo de las enfermedades en cada estación del año, especialmente en estos días de frío.

Mi Vet dice...

No ignores síntomas como vómitos recurrentes, cansancio, cambios en las heces o en el comportamiento. Estos pueden ser señales tempranas de enfermedades estacionales, por lo que es necesario visitar al veterinario.