Si tu mascota es cachorro, debes saber que “requiere una alimentación rica en proteínas de alta calidad, grasas saludables, calcio y fósforo. Estos nutrientes favorecen el desarrollo de sus huesos, articulaciones y músculos, además de fortalecer su sistema inmune”, explica Kilberty Argüello, coordinador de Arca de Noé.

El ácido docosahexaenoico (DHA) contribuye al desarrollo cognitivo y los ácidos grasos omega 3 son esenciales para mantener una piel y pelaje saludables, por lo que también deben ser incluidos en la dieta diaria. La duración de esta etapa depende del tamaño de la raza. De acuerdo con Argüello, “en las razas pequeñas y medianas suele considerarse cachorro hasta los 12 meses. En las razas grandes y gigantes, podría oscilar entre los 18 y 24 meses”.

ALIMENTACIÓN EN LA ETAPA ADULTA

Al llegar a la adultez, lo más recomendable es una dieta balanceada, ajustada a las necesidades específicas de cada mascota. Un perro o gato adulto sano requiere un concentrado que contribuya a mantener su peso, le aporte energía suficiente y favorezca una buena digestión.

“Un alimento premium, en comparación con uno convencional, podría marcar la diferencia por su contenido de proteínas de mejor calidad, menos rellenos (harinas y subproductos de animales como picos y plumas) y es más fácil de digerir”, explica el entrevistado.

Esto se traduce en mejor absorción de nutrientes y en una mascota con más salud. Por otra parte, es fundamental consultar con un especialista en casos que puedan requerir una dieta especial como:

• mascota con tendencia al sobrepeso
• alergias o intolerancias alimentarias
• niveles de actividad (no es lo mismo un perro deportista que uno más sedentario).

ALIMENTACIÓN EN LA ETAPA SENIOR

Alrededor de los siete años, las necesidades nutricionales de la mascota cambian nuevamente. De acuerdo con el entrevistado, “los perros y gatos senior requieren menos calorías, mayor cantidad de fibra para favorecer la digestión, antioxidantes para retrasar el envejecimiento celular y suplementos que cuiden sus articulaciones, como glucosamina y condroitina”. Además, los ácidos grasos omega 3 ayudan, no solo a mantener la piel en buen estado, sino “también a reducir inflamaciones y prevenir problemas articulares”, agrega Argüello. En esta etapa, la elección de un buen alimento puede mejorar la calidad de vida de tu mascota y prolongar su vitalidad.

¿ALIMENTO SECO, HÚMEDO O COMBINADO?

El alimento seco es práctico de servir, económico y ayuda a mantener la salud dental. El alimento húmedo, en cambio, suele ser más palatable, pero puede favorecer la acumulación de sarro si se da en exceso. Por ello, lo ideal es combinar ambos, “el concentrado como base y el húmedo como complemento o topping ocasional”, recomienda Argüello.

Para proteger la salud de tu mascota, también debes evitar los alimentos que contengan:

• subproductos de baja calidad
• exceso de sales o azúcares
• conservantes artificiales
• colorantes.

Según explica el coordinador de Arca de Noé, estos ingredientes pueden provocar alergias, problemas renales o incluso enfermedades graves a largo plazo. De acuerdo con Argüello, las señales de que un alimento es el adecuado para tu mascota son fáciles de notar: “pelaje brillante, buena energía, heces firmes y sin mal olor, peso saludable y ausencia de mal aliento excesivo”. Recuerda que cada perro y gato es único, por lo que su alimentación debe adaptarse a sus necesidades de acuerdo con la edad, tamaño y estilo de vida. Elegir el alimento correcto es una forma de demostrarle amor y de asegurarle un futuro lleno de energía, vitalidad y bienestar.

PLAN PARA LA TRANSICIÓN DE ALIMENTO

Para cambiar el alimento de tu mascota de forma segura, se recomienda una transición gradual de 7 a 10 días. Durante los días 1 al 3 ofrece 25% del nuevo alimento y 75% del anterior; del día 4 al 6 aumenta a 50% y 50%; del día 7 al 9 sube a 75% del nuevo y 25% del anterior, hasta llegar al día 10, cuando ya podrá consumir el 100% del nuevo alimento.

Noé dice...

Una buena alimentación, es decir a base de proteína pura, se reflejará en la piel y el pelaje de tu mascota.