Incorporar a una mascota a tu hogar implica asumir un compromiso que va más allá del afecto. Convertirse en tutor responsable significa garantizar el bienestar del animal desde el primer día, brindándole cuidados esenciales como vacunas, desparasitación, chequeos veterinarios y un ambiente saludable.

La vacunación de cachorros para perros debe comenzar alrededor de las seis y ocho semanas con vacunas esenciales como parvovirus y moquillo, y se completa en varias dosis hasta las
16 semanas de edad o más. La de la rabia debe ser hasta los cuatro meses de edad.

En el caso de los gatos, la primera dosis debe administrarse a las ocho semanas, seguida de refuerzos.

La vacunación anual es necesaria para mantener la inmunidad y el veterinario es quien debe proporcionar un esquema en el carné de vacunación de la mascota. “Respetar los tiempos es fundamental, ya que retrasar las aplicaciones puede disminuir la efectividad”, advierte Oscar Barneond (Pichy), entrenador canino de Arca de Noé.

DESPARASITACIÓN: UNA PROTECCIÓN DOBLE

Otro de los pilares de la salud preventiva es la desparasitación. Según el entrevistado, esta debe realizarse al menos cada seis meses, tanto interna como externamente. “Hay que proteger contra pulgas, garrapatas y gusano barrenador. No solo se trata de pastillas, también existen pipetas o collares, aunque es importante ir cambiando el producto porque los parásitos se vuelven resistentes”, comentó.

En temporada de lluvia o si la mascota nada en ríos y lagunas, la precaución debe redoblarse. Una de las enfermedades más comunes por falta de desparasitación es la giardiasis, cuyo tratamiento suele ser largo y tedioso.

VISITAS AL VETERINARIO Y CHEQUEOS

El veterinario es un aliado indispensable para garantizar la salud. Pichy recomienda llevar a la mascota al menos una vez al año, aunque lo ideal son dos visitas. “Lo más importante es conocer a tu perro. Si ves cambios de conducta, pérdida de apetito, problemas de piel, secreciones en ojos u oídos, o sangre en las heces, hay que llevarlo de inmediato”, subrayó.

En la primera consulta, lo básico es un chequeo de peso, estudios para descartar enfermedades transmitidas por garrapatas y evaluación del estado general. En cachorros, es común que presenten diarreas por el cambio de ambiente, lo que también requiere observación.

MÁS ALLÁ DE LO BÁSICO

Además de vacunas y desparasitaciones, otros aspectos como la esterilización influyen directamente en la calidad de vida. “La esterilización ayuda a reducir el estrés, estabiliza la conducta y previene enfermedades como algunos tipos de cáncer. En general, prolonga la vida del animal”, señaló Pichy.

Por otra parte, el especialista recomienda crear rutinas de higiene en casa: cepillado, limpieza de ojos, orejas y dientes. Estos cuidados permiten detectar bultos, granos o cambios en la piel que pueden alertar sobre problemas mayores.

“Una tenencia responsable implica evaluar constantemente a tu perro o gato, conocer su cuerpo y su comportamiento. Esa es la clave para mantenerlos sanos y felices”, concluyó el entrenador
canino.

Mi Vet dice...

La vacuna de la tos de la perrera puede administrarse desde las seis semanas o esperar hasta los cuatro meses del cachorro. Se recomienda un refuerzo anual, especialmente si están expuestos a otros perros con frecuencia.