Comunitario

Calvario de los pensionados del IGSS

Lejos de favorecer a las personas de la tercera edad, el Seguro Social se ha convertido en una institución que viola los derechos humanos de sus afiliados más necesitados, a quienes retarda el proceso de solicitud de pensión por más de ocho años, para que al final les conceda mensualidades de apenas Q350 en un alto porcentaje de casos.

En sillas de ruedas o con bastón, los pensionados llegan al Camip Barranquilla en demanda de atención. (Foto Prensa Libre: E. Paredes)

En sillas de ruedas o con bastón, los pensionados llegan al Camip Barranquilla en demanda de atención. (Foto Prensa Libre: E. Paredes)

Analistas estiman que las medidas dilatorias y la alta burocracia que impone el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) para otorgar una pensión tendrían como objetivo causar desesperación y que los solicitantes abandonen el trámite.

La Procuraduría de Derechos Humanos investigó 135 expedientes de afiliados de la tercera edad, en los cuales documentó lentitud inexplicable en el trámite de solicitudes para formar parte del programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia (IVS).

“Existen solicitudes planteadas desde hace más de ocho años, sin que al día de hoy hayan sido resueltas, excediendo el plazo que establece la normativa vigente del Instituto para la resolución”, señala el informe de la PDH que fue entregado a la Junta Directiva del IGSS, en julio pasado. El plazo no debería durar más de seis meses.

En su resolución, la PDH determinó que hay violación de los derechos humanos a la salud y a la seguridad social de los adultos mayores que solicitan cobertura de pensión por IVS.

El documento revela el mal funcionamiento del Seguro Social por el retraso injustificado en la gestión de expedientes.

La PDH exige a las autoridades del IGSS que resuelvan esa situación de manera urgente, pero hasta el momento no ha habido respuesta.

Dificultades

A sus 71 años, Pedro Pu pasó de posible beneficiado a víctima del IGSS. Afirma que el trámite de su pensión duró seis años, y solo la obtuvo porque contrató a un abogado para dar seguimiento al proceso. Explica que en el IGSS le retardaban el trámite porque le decían que le faltaban cuotas por cubrir. En realidad, Pu había cotizado 205 cuotas y el requisito eran 190, lo cual demostró el abogado, que le cobró Q10 mil por los trámites.

Denuncias

Jessica Ramírez, asistente de la PDH, explica que han presentado 243 denuncias contra el Seguro Social, y de oficio registraron 27.

Añade que en el momento cuando el IGSS les deniega el derecho a la pensión a los afiliados se presenta una apelación, y el trámite para resolverla dura hasta cuatro años, cuando debería ser de 10 días.

“Durante ese tiempo, las personas que están gestionando el acceso a la cobertura del IVS no tienen derecho a atención médica, por lo que no pueden llegar por una cirugía o un padecimiento”, señala.

Pero en lugar de facilitar el trámite, las autoridades agregaron más años para optar a la pensión. El 30 de diciembre del 2010, la Junta Directiva del IGSS, y los entonces presidente Álvaro Colom y ministro de Trabajo Mario Illescas acordaron aumentar en dos años la edad para optar a la cobertura del IVS, por lo que ahora es de 62 años.

También aumentaron el número de cuotas, porque de 180 en el 2010 pasaron a 192 en el 2011, en el 2013 las subieron a 204 y en el 2014 las elevaron a 216 cuotas.

Aunque subió el número de cuotas, las pensiones se mantienen bajas, porque se ubican desde Q340 —hasta Q4 mil 800 mensuales—.

Engorroso

Adrián Chávez, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), señala que las quejas por bloqueo de pensiones aumentan, pero el IGSS se hace de oídos sordos.

Subraya que pese al sistema informatizado con que cuenta el Seguro Social, no se facilita la solicitud de pensiones.

“El IGSS tiene un sistema de información amplio en el que los datos de los afiliados se encuentran al detalle y uno lo que esperaría es que al momento de gestionar la pensión no sea engorroso ni prolongado el proceso”, indicó.

Chávez añadió que persisten los trámites burocráticos que provocan que los afiliados se “desanimen” o “frustren” por el mal

servicio, porque envían a los afiliados de la tercera edad a las empresas donde laboraron para obtener los datos sobre las cuotas que han pagado y que el IGSS tiene registrados en su sistema informático. En muchos casos, las empresas ya no existen y los afiliados pierden tiempo y les escamotean las cuotas ya pagadas.

En cuanto a la cantidad que reciben los pensionados, Chávez señala que hay un desfase en el cálculo por el incremento de la canasta básica, porque pensiones de Q350 no cubren ni lo mínimo.

En agosto pasado, los 26 productos que integran la canasta básica alimenticia costaron Q3 mil 420.90, lo cual implica que el IGSS no proporciona ni lo mínimo a los pensionados.

“El techo de pensión es insuficiente por la inflación, lo cual deja desprotegidos a los pensionados”, dice Chávez.

Verónica Spross, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), afirma que es muy elevado el tiempo y que se debe mejorar el sistema.

“Para un afiliado que solicita pensión estar sin ingresos más de un año le significa fuertes dificultades económicas”, apunta.

Para conocer la opinión del IGSS, Prensa Libre solicitó en reiteradas ocasiones una entrevista con Carlos Contreras, presidente de la Junta Directiva, pero nunca hubo respuesta. En el Departamento de Prensa se indicó que el funcionario siempre se encontraba de visita en hospitales y que otro funcionario atendería al reportero. Sin embargo, nadie dio información.

Según datos oficiales, hasta julio pasado, el IGSS tenía registrados 172 mil 424 pensionados. De estos, 11 mil 918 son por invalidez, 78 mil 534 por vejez y 81 mil 972 por sobrevivencia.

El departamento con más pensionados es Guatemala, con 77 mil 156, y el que menor casos registra es Jutiapa, con 474.

Ya cobraron

Tránsito César Maldonado Matías, de 87 años, expresa que la atención en el Seguro Social debería ser de mejor calidad, porque ya cobraron las cuotas que él pagó.

Se queja de la carencia de medicamentos en el Camip, zona 12, porque a veces tiene que comprarla por su cuenta, a Q300.
Señala que padece de la presión, y toma otros medicamentos a raíz de cinco derrames que tuvo. El adulto mayor afirma que vive en el Proyecto 4/3, zona 6, desde donde viaja para poder recibir su medicina.

Medicinas

María del Rosario Lima se mostró molesta por el mal servicio que presta el IGSS, pues hay escasez de medicamentos.
“Viene uno y no hay medicina; cuando está el medicamento y se revalida la receta, entonces le reducen la cantidad”, señala.

Agrega que padece de presión alta y dolor en los huesos, pero el IGSS le da poco consuelo. Al momento de la entrevista, tenía más de 15 días de solicitar la medicina, y aún no se la entregaban. Agrega que para llegar al Camip tiene que salir de madrugada de su casa.

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