El proyecto fue financiado por la compañía de agroquímica Basf, a un costo de US$40 mil —Q306 mil—, y según Julio Reina, representante de la empresa, el propósito es establecer ensayos de investigación en diferentes cultivos, implementar buenas prácticas agrícolas para aplicar de manera adecuada los agroquímicos y cuidar el ambiente.
Añadió que, con las investigaciones, los agricultores podrán mejorar la calidad y cantidad de sus cosechas y ofrecer productos más competitivos en el mercado, como tomate, chile pimiento, zanahoria y papa, entre otros.
“Nuestro objetivo no es solo validar nuestros productos antes de salir al mercado, sino también cuidar el ambiente”, expresó Reina, y añadió que la investigación es el único camino para generar información para que los productores puedan implementar y enfrentar los retos que la agricultura moderna impone.
Daniel Acual, agricultor, calificó como positiva la implementación de tecnología y la información para utilizar cantidades adecuadas de agroquímicos en sus siembras.
“Lo más importante es aprender la manera en que nos debemos proteger a la hora de aplicar los productos”, expresó Acual.