Selvin Martínez, trabajador de una plantación de fresa, dijo que la arena y ceniza quemaron toda la plantación, lo que le ha dejado pérdidas por unos Q50 mil.
“Estamos podando las matas de la fresa, para ver si vuelve a dar. En otros cultivos también tuvimos pérdidas, pero así es la vida, y sí son cosas de Dios no podemos hacer nada, solo echarle ganas y seguir adelante con lo tenemos”, afirmó.
Leocadio Mejía, vecino de La Soledad, explicó que limpiaron la escuela para que los niños puedan volver a clases y que estaba consciente de que sus siembras se perdieron.
“No me han dado ganas de ir a ver mis siembras de milpa porque sé que definitivamente lo hemos perdido todo. No podemos hablar de resembrar porque ya se pasó el tiempo. En nuestra comunidad también se secaron varios duraznos que aún estaban pequeños. Ojalá que las autoridades nos ayuden en algo”, comentó.
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Dolores Lix, poblador, refirió: “Mis padres me contaron que hace unos 40 años cayó arena y ceniza del coloso en gran cantidad, pero no como ahora. En mi terreno, la milpa ya estaba algo grande y la arena solo partió las hojas. Le pido a Dios que llueva algo recio para que lave las hojas y así serían menos los daños. Yo vivo de la agricultura porque ya no me dan trabajo”.
Daños
La ceniza que expulsó el Volcán de Fuego también afectó áreas de cultivo de Escuintla, Sacatepéquez, Quiché y Guatemala.
Autoridades monitorean el proceso de desarrollo del fruto para hacer estimaciones más precisas sobre los efectos de la erupción sobre las plantaciones.
Representantes de Anacafé estimaron recientemente que la arena y ceniza afectó entre 15 y 20% del área cafetalera, aproximadamente entre 1 mil 540 y 2 mil 55 manzanas cultivadas de café en Escuintla.
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