“Los devotos nos reciben y hacen sus oraciones, le piden al Niño Dios por la salud de su familia, porque no les haga falta alimento y algunos ofrendan semillas para que sus tierras sean fértiles“, indicó Sucuc.
La imagen del Niño Dios, que recorre por más de 12 horas diarias las calles de la ciudad, es recibida en los hogares de los devotos con veladoras e incienso, según organizadores del cortejo procesional.
“Esta tradición busca representar la huida del Niño Jesús, pues según relatos bíblicos, luego de su nacimiento en Belén, un ángel se le apareció a José a quien le ordenó huir a Egipto, pues el Rey Herodes pretendía matar al Salvador del Mundo”, indicó el religioso Ricardo Caná.
“Buscamos que las familias le den refugio al Niño Jesús por algunos instantes y que Dios ingrese a los hogares y corazones de las personas,” agregó Caná.
Otros feligreses comentaron que es un privilegio tener la imagen en sus hogares y que les llena de regocijo. Una de sus peticiones ha sido el cese de la violencia en el país.
Ernesto Cumes, vecino, dijo que desde hace más de 30 años recibe al Niño Jesús en su casa, con el deseo de obtener sus bendiciones.
Antonia Tuctuc, devota, manifestó que recibe la procesión porque su padre estaba muy enfermo, pero que encontró sanación luego de que la imagen del niño Dios visitara su vivienda.
“Estoy muy agradecida con el milagro que recibí. No dejaré de abrirle las puertas al Salvador del Mundo ya que me demostró a través de mi fe su poder“, indicó.