Los afectados cansados de no ser escuchados por las autoridades bloquearon el viernes último el paso en el kilómetro 61 ruta Interamericana colonia Puerto Rico, Chimaltenango, durante cuatro horas hasta que llegó el gobernador Juan Carlos Ruwet, a quien le entregaron las peticiones que necesitan sean atendidas. Por lo que se acordó iniciar una mesa de dialogo el próximo miércoles a las 9:00 en la oficina de la gobernación departamental.
Durante un recorrido realizado por Prensa Libre con dos agricultores damnificados se comprobó que, en la bajada de uno de los tragantes hay una zanja de cuatro metros de ancho por cinco de profundidad que recién se formó por el mal encause de las aguas pluviales.
Wenseslao Segura, uno de los vecinos del lugar, dijo que desde que inició la obra advirtieron a los encargados que debían hacer un buen trabajo con el encauce de las aguas pluviales, porque si no les iba a afectar.
“Junto con otros familiares tenemos 29 cuerdas de terreno y ahora esa enorme zanja nos dividió. El año pasado se abrió un poco este agujero, pero ya se volvió barranco. Lo que nos preocupa es que la tierra se sigue desboronando, o sea que si no le encuentran una buena solución al problema esto seguirá. Pedimos a las autoridades del Gobierno que vengan a ver todo el daño que el agua nos está provocando, lo ideal sería que hagan unas cunetas para solucionar el problema”, afirmó Segura.
Pérdidas en cosechas
Además, desde hace dos años los dueños de algunos terrenos ya no siembran, y otros lo hicieron bajo el riesgo de que la cosecha que cultivan no tiene la misma calidad que acostumbraban. En varias áreas la arena y el talpetate tienen entre 20 y 50 centímetros sobre la tierra fértil y en otros lugares alcanza un metro de alto, esto afecta de forma directa las cosechas.
El agricultor Miguel Ajquí comentó que tiene dos cuerdas de terreno y desde hace dos años no siembra, porque la primera vez que el agua ingresó a su terreno registró pérdidas económicas.
“Lo único que buscamos es que nos solucionen ese problema ya que llevamos varios años de estar sufriendo por eso, yo ahora tengo que comprar el maíz y frijol ya es un gasto más. Esperamos que ahora si nos pongan atención y hagan un trabajo a esos drenajes que dejaron, las fotos y videos son pruebas del daño que estamos sufriendo, solo pedimos que nos paguen lo justo y hagan un buen desfogue a esa agua”, refirió Ajquí.
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Esteban Usen, otro agricultor, comentó que decidieron sembrar porque es su único ingreso económico. Afirmó que las lluvias de los últimos les han ayudado en sus cultivos, pero advierte que si pronto no reciben algún apoyo de las autoridades nadie podrá cultivar en los próximos años.
“Decidimos sembrar porque no nos queda de otra ya que no solo no hay trabajo y entonces de donde sacamos dinero para comer, en mi terreno se metió la arena unos 50 centímetros, me pude dar cuenta que donde no se metió la arena la milpa creció bien, mientras donde hay arena está más pequeña. Gracias a Dios ha llovido y esto ha permitido que se moje bien la arena porque ya no hay tierra, esperamos ser escuchados porque si no le dan solución al problema dentro de unos años nadie va a querer sembrar”, reiteró.
Mario Ajmac, otro damnificado del lugar, explicó que junto a otros vecinos en los alrededores de sus terrenos han tenido que hacer una cuneta para que el agua y arena ya no les dañe sus cultivos, y para esto han tenido que pagar a otros vecinos para que les ayuden a limpiar los daños.
“Lo que estamos invirtiendo es un gasto extra, por lo que pedimos a las autoridades a que vengan a darse cuenta ellos mismos el daño que nos provocaron por no hacer un buen diseño en la carretera, ya es tiempo que nos atiendan porque llevamos años con este problema, esperamos que la lluvia que aún falta que caiga no nos arruine la siembra por completo, ya que si es así serán miles de familias las perjudicadas”, comentó Ajmac.