“Maximón no fue más que un mercader de la época colonial, se dedicaba aconsejar a la población y esa orientación le generaba abundancia a quien lo sabía escuchar. Dentro de la cultura indígena se desempeñó como guía espiritual, era respetuoso de la madre tierra y del medio ambiente”, dijo Antonio Méndez, un historiador.
Relato
Según Méndez, este personaje era muy seguido en la época de la colonia porque peleaba por los derechos indígenas ante los españoles. Vestía como los criollos con pantalón, camisa, saco y sombrero, pues su intención era pasar desapercibido.
Sin embargo, la labor de espiritualidad que hacía fue descubierta por los señores de la época, fue señalado de hereje y condenado a ser quemado, ya que creían que era diabólico.
“El poder eclesiástico y religioso de la iglesia católica se encargó de satanizarlo desde el siglo XVII”, señaló Méndez.
Cientos de personas se acercan para esta fecha con veladoras, chilco, puros y licor a pedirle bendiciones a esta imagen, la cual fue expulsada hace más de 20 años de la iglesia de este municipio, por lo que se le construyó la capilla que ocupa a las afueras de la ciudad.
Celebraciones
En esta fecha unas 10 mil personas se acercan a este lugar para ofrecer una oración a Maximón y recibir amor, dinero y salud. Otros se acercan para que este castigue a los que les han hecho algún daño, según guías espirituales.
Agregan que en el siglo XVIII fue creada la imagen que se venera en esta ciudad, todos los sábados la sacaban al atrio de la iglesia donde se organizaban juegos de azar, y quien ganaba tenía que dejarle una ofrenda que consistía en cigarros, licor y dinero.
La peregrinación a este lugar es masiva este día, muchos visitantes indican que si uno se “porta bien”, Maximón le concede lo que se le pida, siempre y cuando se haga con fe. Conciertos y ceremonias forman parte de la celebración en honor a San Simón.