El de Fuego, de tres mil 763 metros de altura y ubicado entre Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez, registra explosiones débiles y moderadas, que en su mayoría son acompañadas de vibraciones y ondas de choque que hacen temblar techos y ventanas, a una distancia de ocho a 10 kilómetros.
Las columnas de ceniza de las explosiones alcanzan más de cuatro kilómetros sobre el nivel del mar.
En tanto, el Volcán Santiaguito, de dos mil 500 metros de altura y ubicado en Quetzaltenango, genera columnas de ceniza de hasta tres mil metros sobre el cráter.
Aunque la ceniza ha caído sobre varias comunidades, la institución consideró que por el momento no es necesario evacuar a los pobladores, pero recomendó a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), mantener el estado de alerta y el monitoreo constante, ante algún cambio brusco en el volcán de Fuego.
Además, recomendó a la Dirección General de Aeronáutica Civil mantener las precauciones con el tráfico aéreo, por la presencia de ceniza dispersa a una distancia de 10 km de los cráteres.
En febrero pasado el volcán de Fuego registró una potente erupción, que obligó a las autoridades a decretar una alerta de prevención y cerrar el aeropuerto de la capital por la lluvia de ceniza, que también afectó Antigua Guatemala.