Las familias inician labores a las cinco de la mañana, para que la producción sea mayor y en un mismo día. La faena concluye a las 19 horas.
Benigno Hernández es uno de los residentes del lugar, propietario de una molienda artesanal. Él y su familia también se han dedicado durante muchos años al oficio.
Comentó que tanto niños como adultos van a esos lugares para saborear un rico jugo de caña, con cubos de hielo, o la famosa espuma.
Chavarría comentó que el consumo de caña de azúcar tiene varios beneficios para la salud. Se puede utilizar para calmar resfriados y tos, para desvanecer los síntomas de la embriaguez, para disminuir los malestares de la disentería y como aromático en las habitaciones de enfermos
Preparación
Lo primero que hay que hacer es cortar la caña de azúcar. Después se lava y se tritura en trapiches –molinos-.
Parte del jugo obtenido se sirve en vasos de vidrio y se disfruta con hielo. En las moliendas venden los vasos de jugo bien frío a Q5 y Q10.
El resto del jugo se traslada a peroles en los que se cuece. El proceso en el que se calienta el jugo de la caña se llama clarificación, en el que los residuos sólidos se separan del jugo. Esos residuos forman la famosa cachaza.
Después, se obtiene la espuma. Esta se saborea soborea en hojas.
Con pichachas –guacales- se mueve el caldo de la caña en sus primeros hervores, dentro de los peroles, hasta que llegue a punto de miel. De esa forma se amelcocha y se sirve en moldes de madera.
El bagazo de la caña de azúcar que queda luego de la trituración se utiliza como abono para las plantas locales o como alimentos de ganado vacuno.