Juan Antonio Posada Figueroa, Sacerdote de la Basílica, externó que es una obligación el poder atender a todos los peregrinos que visitan la imagen del Cristo Negro, lo que genera alegría tras los tres años de pandemia.
Dentro de las medidas que se tomaron para recibir a los visitantes se encuentra la implementación de rótulos donde se describen algunas recomendaciones para evitar accidentes.
“La apertura se ha vuelto más general, no hay tanta medida como en tiempo de pandemia donde manejamos las fases de poder restringir el acceso a pocas personas. Deseamos una estancia muy especial en Esquipulas, un recogimiento donde puedan meditar el misterio de la pasión, observar el evangelio para seguir a Jesús y que sea una experiencia muy espiritual para su vida y que puedan regresar”, dijo Posada.
Los milagros
Conocida como la Capital Centroamericana de la Fe, la Basílica de Esquipulas recibe a miles de personas de diferentes países, quienes viajan para tener un acercamiento espiritual, agradecer por los milagros o solicitar uno.
Marta Flores, residente de La Paz, Honduras y sobreviviente de cáncer, llegó a Esquipulas el miércoles 11 de enero, a las 3 horas para agradecer al Cristo Negro por el milagro que hizo en su vida.
“Nadie me va a quitar mi fe, la pandemia nos atrasó, por eso habíamos dejado de venir. Esperamos en Dios que no haya otro atraso para poder visitar siempre al señor de Esquipulas”, puntualizó.
Por otra parte, Norberta Milla, ha viajado desde Comayagua, Honduras, para pedir al Cristo Negro salud para sus hijos quienes se encuentran enfermos.
Durante la tarde de este sábado 14, han salido procesiones y se han presentado grupos con danzas folclóricas para compartir su fe con los peregrinos. Por la noche se espera la serenata al milagroso señor de Esquipulas.