Los dos campamentos habilitados por la Abadía de Jesucristo Crucificado de Esquipulas a los costados de la Basílica permanecen llenos, mayormente por feligreses de escasos recursos, en su mayoría del occidente y norte de Guatemala.
Clima
Pese a las bajas temperaturas, María Alberta Zuleta, oriunda de Escuintla, decidió pernoctar en el campamento junto a su familia. La feligrés expresó que el verdadero peregrinaje “se hace con penitencia, sin importar donde se quedé a dormir ni el clima”. A sus 73 años, Zuleta nunca ha dejado de visitar al Cristo Negro cada 15 de enero pues asegura que ha recibido muchos milagros, entre ellos la salud de su esposo.
Esta tradición que desde hace siglos se hace con mucha fe, devoción y penitencia, ha traspasado fronteras, por lo que ahora, desde países del sur del continente americano visitan Esquipulas, especialmente de Colombia y Perú, tal como lo hace la familia Mascarúa Reyes, quienes llegaron desde Medellín, Colombia.
Recorrieron miles de kilómetros en vehículo para llegar a la Capital Centroamericana de la Fe, esto en su primera visita al santuario.
“Es algo que siempre habíamos soñado con mi familia, venir hasta este rinconcito de Guatemala, para visitar al Cristo Negro, una imagen muy milagrosa, que nos ha llenado de bendiciones en nuestro hogar. En nuestro país hay muchos lugares donde celebran su día, y para nosotros es un honor estar presentes en el lugar donde se riega la fe, donde está el verdadero Cristo”, expresó con regocijo Nicolás Mascarúa, peregrino colombiano.
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Patrullajes
La seguridad en los alrededores como dentro de la Basílica es visible, esto ante la presencia de las fuerzas combinadas del Ejército de Guatemala y Policía Nacional Civil, como también, la Policía Municipal de Tránsito, quienes con un dispositivo de más de 700 personas trabajan en turnos de 24 horas para brindar seguridad a los peregrinos y esquipultecos, y protegen el patrimonio arquitectónico de la Basílica y de los centros turísticos. También se integró la Unidad de Antiterrorismo del Ejército de Guatemala.
Plegarias con oraciones y velas encendidas, con un mensaje lleno de fe, se pueden apreciar en un área aledaña a la Basílica, en donde se encuentra una réplica del Cristo Negro, donde personas ruegan por la salud, economía, y trabajo de sus familias.
“Esperamos con los brazos abiertos a todos los fieles devotos del Señor de Esquipulas, esta es su casa, y los recibiremos como se merecen, ya que son personas que viajan desde lejos y con mucho esfuerzo, para poder pasar esta fecha especial”, expuso el Abad Héctor Sosa Paz, rector de la Abadía de Jesucristo Crucificado de Esquipulas.