Gloria Díaz, presidenta de la Asociación de Mujeres Progresistas (AMP) en Plan del Jocote, ubicada a 30 minutos de la cabecera departamental de Chiquimula, está convencida de que no solo los hombres pueden dirigir una comunidad.
El año pasado, Díaz y otras 234 mujeres de la AMP cuidaron ocho huertos comunitarios en los que cosecharon 29 especies como cebollas, zanahoria, chile, rábanos, pepinos, tomate criollo, amaranto, achiote, hierbabuena, chipilín, repollo y orégano.
Los huertos tienen su génesis en una solicitud de información pública que realizaron las mujeres en 2017 al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), en la que requerían saber sobre los programas que esa cartera tenía disponibles para la comunidad y los requisitos para aplicar a los mismos.
La petición se hizo al amparo de la Ley de Acceso a la Información Pública (Laip), que garantiza a todas las personas el derecho de solicitar información a las instituciones que administren fondos públicos.
El Maga les brindó información de un programa para crear los huertos al que las mujeres accedieron. A partir de ahí tuvieron asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), cuenta Díaz.
Gracias a los huertos, la comunidad tuvo un sustento alimenticio mientras las medidas de confinamiento estuvieron vigentes entre marzo y octubre y una fuente de ingreso, ya que vendían parte de las semillas y las ganancias las destinaban a un fondo común de contingencia del cual las socias disponen al momento de cubrir una necesidad.
“Si nosotras no nos hubiéramos organizado e informado sobre el derecho de acceder a información, no hubiéramos podido sobrevivir en estos meses tan difíciles. Mientras estuvo vigente el toque de queda obteníamos verduras de los huertos y ya no íbamos al mercado,” recuerda Díaz, de la AMP.
Los ocho huertos se instalan en el caserío Plan del Jocote, de Maraxcó, en terrenos privados cuyos dueños los pusieron a disposición de la comunidad para las cosechas.
Un desafío permanente para el cultivo es el abastecimiento de agua. Según datos del Censo 2018, en la aldea hay mil 181 viviendas y mil 131 de estas, equivalente al 95 por ciento, se abastecen con un chorro público.
Para contrarrestar la carencia de este recurso las mujeres cosechan el agua de lluvia que cae entre julio, agosto y septiembre. Esta les alcanza para el riego de los siguientes seis meses.
Capacitaciones
Las primeras capacitaciones en temas de la Laip que recibieron las mujeres de Plan del Jocote tuvieron lugar en 2016, con el Centro Cárter, una organización que promueve el derecho a la información pública de las mujeres.
“Cuando se empieza a capacitar a las mujeres para solicitar información, ellas empiezan a empoderarse y pierden el miedo. En Chiquimula son 470 mujeres las que han solicitado información a distintas instituciones del Estado, como la Municipalidad de Chiquimula, el Maga, el Ministerio de Desarrollo (Mides) y el Mineduc —Ministerio de Educación—. Así ellas han conocido servicios y proyectos públicos que pueden ser de su beneficio”, explica Sofía Villatoro, directora del Centro Cárter.
Las mujeres de Plan del Jocote, en Maraxcó, han recibido seis talleres, de 2016 a 2020, enfocados en el derecho de acceso a la información y contenido de la Laip, según estadísticas del Centro Cárter, en los que abordan distintos temas, entre ellos una guía de actuación para mujeres que son amenazadas por ejercer su derecho de acceder a la información.
El Centro Cárter también trabaja de manera coordinada con mujeres socias de la Red de Mujeres Chiquimultecas (Redmuch) que fungen como enlaces departamentales de información.
“A través del enlace departamental se asiste a las mujeres en el ejercicio de este derecho. Se les brinda acompañamiento al momento que quieren presentar su solicitud. Así las mujeres se sienten acompañadas y cada vez más ejercen este derecho que es fundamental para el acceso a otros derechos. Así han logrado beneficios para su vida y las de sus familias”, explica Villatoro.
Dina Moscoso, socia de Redmuch y enlace departamental, cuenta que sus funciones consisten en enseñarle a las mujeres cómo solicitar información pública a las instituciones, de acuerdo con los requisitos de la Laip. Además, las motiva a que no sientan temor al momento de hacer sus solicitudes, señaló.
“Resaltamos mucho con las mujeres el derecho que les asiste de acceder a información para realizar solicitudes sin temor. Se ha desvalorizado a la mujer y se le ha dicho que no tiene derechos, que solo los hombres o las autoridades locales, como Cocodes, pueden pedir información. Hemos trabajado en contra de esa desvalorización”, enfatiza Moscoso.
No obstante, lamenta que en muchas ocasiones hay funcionarios públicos que entorpecen el acceso a información pública, tratando de amedrentar a las mujeres. Esto es constitutivo del delito de retención de información; sin embargo, el Ministerio Público no da el debido seguimiento a las denuncias que se interponen, destacó.
Moscoso recuerda el caso de una mujer en San José La Arada, quien solicitó información porque los maestros no llegaban a la escuela donde estaban matriculados sus hijos. De tal cuenta, pidió al Ministerio de Educación que se le informara a qué hora llegaban los docentes y a qué hora salían. La solicitud le fue negada y el supervisor local la amedrentó. En ese caso se interpuso una denuncia ante el Ministerio Público, pero nadie ha enfrentado responsabilidades por ello, expuso.
Otros proyectos
A través de las solicitudes de información en Maraxcó las mujeres han accedido a otros programas de apoyo.
El 2019, 25 socias ganaron becas artesanales con el Ministerio de Desarrollo, que consistían en un aporte de Q1 mil a cada una para comprar materia prima para la elaboración de artesanías como canastos, servilletas, manteles y bolsas, entre otros.
Asimismo, la AMP logró crear un banco de semillas con asistencia del Maga y la FAO. Administran semillas criollas de mora, acelga, chipilín, achiote, rábano, repollo y anona, entre otras, que beneficia a 162 personas de Plan del Jocote, refiere Vitalino Agustín Felipe, presidente de la junta de trabajadores de la AMP.
“Cuando alguien quiere semillas las vendemos por onza o por libra. Esos ingresos nos sirven para seguir trabajando. A veces también repartimos las semillas entre nosotros porque no podemos venderlas y dejaríamos a nuestras compañeras sin acceso a los alimentos”, explica.
A través de solicitudes de información también han recibido asistencia de instituciones para implementar embalses comunitarios, desarenadores de agua, filtros de aguas grises y agroforestales, entre otros.
Más solicitudes de mujeres
De acuerdo con el último informe anual del procurador de los Derechos Humanos, los hombres son quienes más ejercen el derecho a solicitar información pública.
En 2019, las solicitudes sumaron 86 mil 715, de las cuales el 62 por ciento fueron presentadas por hombres.
Las estadísticas muestran que de 2014 a 2019 el número de mujeres que ha solicitado información pública creció de 14 mil 220 a 32 mil 732, aunque se mantiene la disparidad en relación con los hombres.
Yesenia Sandoval, delegada de la oficina del procurador en Chiquimula, considera que esto se debe a que persiste una cultura de machismo.
En ocasiones, a las mujeres se les ha violentado el derecho a pedir información en las instituciones públicas porque no cuentan con documentos que las identifiquen o porque los esposos les obstaculizan este derecho, se indicó.
La comunidad
De acuerdo con el Censo del 2018 del Instituto Nacional de Estadística, así está compuesto Maraxcó:
• Hogares: 1,181
• Hogares sin red de tubería dentro de la vivienda: 1,168
• Hogares con red de energía eléctrica: 1,113
• Población analfabeta: 24%
• Población: 6,341 personas
• Población ladina: 6,298
• Población maya: 21
• Población garífuna: 16
• Afrodescendientes: 6