Uno de los trabajadores del camposanto descubrió el fin de semana último un ataúd que fue sacado de su bóveda por desconocidos, aunque hay quienes aseguran que los responsables son los integrantes de un apandilla que opera en el lugar y que utiliza el cementerio para hacer “ritos satánicos”, por lo que exigen a las autoridades que profundicen en la investigación.
La Policía Nacional Civil también maneja la hipótesis de que se trató de un rito satánico, debido a que cuando es un robo -de joyas o dinero que parientes introducen en los ataúdes- ocurre a los días siguientes del sepelio.
“En muchas ocasiones hemos sacado a personas de este lugar que vienen a realizar rituales satánicos. Estamos cansados y atemorizados, pues han empezado a llegar pandilleros, y casualmente encontramos recientemente a unos frente al lugar donde se hizo la profanación”, explicó un trabajador del cementerio que prefirió el anonimato.
Al lugar llegaron familiares del occiso, quienes lamentaron lo ocurrido y dijeron que su pariente falleció hace cuatro años.
Fiscales del Ministerio Público recabaron evidencias y ordenaron que los restos fueron introducidos a la tumba.
“Necesitamos seguridad e iluminación en el cementerio, pues se han dado casos de violaciones, asaltos; además, el lugar sirve de guarida para criminales y delincuentes. No hay respeto a los difuntos y queremos que los encargados tomen medidas al respecto”, expresó Ana Lucía López, vecina del Barrio Las Crucitas.