El payaso Peluzín, quien además es el jefe del circo, aseguró que el tiempo ha borrado la sonrisa de los artistas, la pandemia ha impactado a muchos sectores como el de ellos que pasan dificultades por falta de trabajo.
“Tristes, preocupados por toda esta situación que agobia al mundo, nosotros, la gente del circo, estamos ya preocupados porque la alegría se está acabando y muchas personas se olvidan de nosotros, que alguna vez con mucha alegría hicimos sonreír a carcajadas, hoy sacamos fuerza para decirles que sigan luchando”, manifestó.
Agregó que la situación dentro de la carpa es complicada, pues los artistas esperan un pago en efectivo para cubrir algunas necesidades; sin embargo, no se generan recursos por la emergencia, algunos huehuetecos llevan alimentos con lo cual se sostienen, pese a las múltiples necesidades que enfrentan.
Con la sonrisa que le caracteriza, Peluzín describe que la rutina diaria ha cambiado, el día inicia con ensayos, tareas para mantener ordenado el circo y la preparación de alimentos. Aunque no hay presentaciones para el público no descansan en preparar sus actos para cuando pase la contingencia.
“Busquemos que el mundo cambie para bien, que vuelvan esos momentos que extrañamos ver caritas sonriendo de alegría, arrancarle sonrisas al público, haz lo que tengas que hacer y cuando puedas ayudar hazlo de corazón”, expresó.
El payaso dijo que en el circo no siempre se tiene ayuda para las necesidades que se tienen, pues hay niños, mujeres y hombres. “Cuando inició la emergencia había 17 personas, pero la pandemia nos obligó a despedir a algunos artistas, ahora somos 13”, detalló.
Otras tareas
Para generar recursos, Peluzín ofrece sus servicios para llevar las mañanitas a los hogares de cumpleañeros, fletes con un picop del circo, trabajos que requieran de fuerza, todo para obtener ingresos que ayuden a los integrantes de este circo que ha quedado varado en la cabecera de Huehuetenango.
Carlos Jiménez Ponce, uno de los artistas, aseguró que el panorama es difícil, pero sobre todo, por lo que se extraña tener la carpa llena de personas y observarlas como sonríen, ofrecerles su trabajo.
Agregó que estos tiempos son complicados para quienes menos recursos tienen. Los artistas en general padecen porque no tienen otra forma de obtener ingresos y ahora es cuando dependen de la ayuda que personas deseen brindarles.
Marcos Jiménez Ponce, otro integrantes del circo, lamenta que no puedan tener ingresos, y extrañan trabajar,. Las cosas han cambiado porque tienen pocos ánimos debido a las necesidades que tienen. “Gracias a quienes nos han traído víveres, quienes deseen apoyarnos estamos dispuestos a recibirlos”, suplicó.