Al preguntar por “Don Chomo”, en el bulevar principal de Boca del Monte, todos saben quién es, a qué se dedica, y donde encontrar su clínica.
Martínez tiene 83 años, es conocido con ese sobrenombre por su padre, a quien también se le identificaba de esa forma. Ambos han sido reconocidos por curar distintas enfermedades, en especial las de los niños.
Se dice que Martínez cura a los niños de cólicos, fiebre, diarrea y “mal de ojo”, mientras que a los adultos los saca del alcoholismo, tranquiliza los nervios alterados, calma el dolor de huesos y los libera de los malos sueños, para lo cual eleva oraciones frente a los afectados, sin efectuar una “limpia” con hierbas. También receta medicinas naturales e incluso de farmacias.
Quienes lo visitan llegan de distintos lugares del país, con la esperanza de que también les solucione problemas en el matrimonio o para que les prediga si es viable o no comenzar una relación sentimental.
La clínica
Un patio con bancas y un rótulo donde se pide no decir palabras soeces, son parte de la clínica de “Don Chomo”.
A la espera de ser atendida se encuentra Aracely Barrios. Ya pagó los Q10 de consulta y durante la cita espera recibir bendiciones divinas y adquirir más medicamento natural para la diabetes.
“Es medicina hecha por él, pero desde que comencé a tomarla el azúcar se me ha nivelado”, refiere.
“Ayudo a que baje la termperatura, a curar la influenza, resfrío y males del estómago en los niños, pero sé hasta dónde llegar. Un día me trajeron a una niña con fiebre alta y no sabía lo que tenía, por eso les dije a los padres que mejor fueran a un hospital. Cuando vienen enfermos del estómago es preferible que traigan sus exámenes, no es solo de curar nada más”.
La medicina natural y la consejería espiritual no se ha quedado para adultos mayores creyentes. Unos minutos antes de que ingresara Barrios, una adolescente salió de la clínica con medicamento en mano.
Don Chomo prefiere no revelar los secretos de su medicina. La habitación donde recibe a sus pacientes está adornada con un altar a la Virgen de Guadalupe y cuadros con imágenes de Jesús.
Martínez dice que no recuerda cuantos años tiene de practicar este tipo de medicina, pero la considera una herencia de su padre.También asegura que durante muchos años trabajó en farmacias y eso le ayudó a conocer los beneficios de varias medicinas.
“Ayudo a que baje la termperatura, a curar la influenza, resfrío y males del estómago en los niños, pero sé hasta donde llegar. Un día me trajeron a una niña con fiebre alta y no sabía lo que tenía, por eso les dije a los padres que mejor fueran a un hospital. Cuando vienen enfermos del estómago es preferible que traigan sus exámenes, no es solo de curar nada más”, refiere.
Paciente con fe
Don Chomo dice que quienes lo visitan deben tener fe en la Virgen de Guadalupe y si así lo quieren pueden llevar una veladora.
“La gente viene conmigo cuando dice que ya tomaron de todo y no tiene alivio. Yo les dijo que tomen otras medicinas, les hago oraciones y pido para que no tengan malos sueños”, asevera Martínez.
“Él cura todo tipo de males. Es como naturista y es muy bueno. Yo tengo más de 15 años de conocerlo. Si la persona toma mucho (si bebe licor), lo cura, y si padece enfermedades de los huesos también lo sana”, asegura Lidia Vásquez, una de sus pacientes.
Los pacientes de Don Chomo dicen que conocen otros médicos naturales en Boca del Monte, pero nadie es mejor que él.