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El país se muestra indefenso ante la fuerza de la naturaleza

Guatemala es un país altamente vulnerable a los desastres naturales, y la degradación de los recursos naturales, principalmente bosques, influye en que cada año las consecuencias sean mayores.

Cinco personas murieron la semana última en Pantic, Tamahú, Alta Verapaz, debido a un alud. (Foto Hemeroteca PL)

Cinco personas murieron la semana última en Pantic, Tamahú, Alta Verapaz, debido a un alud. (Foto Hemeroteca PL)

Una muestra de lo débil que se encuentra la infraestructura del país para soportar los embates de la naturaleza son los problemas que afrontan miles de familias que han sido afectadas por la lluvia, principalmente en el sur, donde el agua a destruido viviendas, cultivos y causado el incremento de enfermedades.


Aunque lo que realmente preocupa a expertos es como el desbordamiento de ríos, los deslaves y derrumbes han ido en aumento, dejando a su paso una estela de muerte y destrucción.

Uno de los casos que evidencia como el grado de vulnerabilidad en el país se agudiza es el ocurrido hace dos años, en el Cambray 2, Santa Catarina Pinula, donde el desprendimiento de un cerro sepultó decenas de viviendas, en cuyo interior quedaron muchos de sus moradores. La cifra de muertos en esa tragedia superó los 200.


Este año, según cifras de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), la temporada de lluvia deja, hasta finales de septiembre último, 26 muertos, más de 300 mil afectados y damnificados y cinco mil 10 evacuados, así como daños en dos mil 970 viviendas, 82 carreteras, 18 puentes y siete escuelas.

La peor parte la llevaron los vecinos de Pantic, Tamahú, Alta Verapaz, donde la semana última un alud mató a cinco personas y tres más continúan desaparecidas. En total, en ese lugar fueron 700 afectados, 200 evacuados y 25 viviendas dañadas.


Debido a la lluvia, gran parte de la red vial está dañada, incluso algunos puentes han caído, como el caso del Cameya, en el km 166 de la ruta al Suroccidente, sobre el cual se formó un agujero que imposibilitó el paso por el lugar durante varios días.

De acuerdo con Giovanni Tobar, del Consejo Nacional de Cambio Climático de la Universidad de San Carlos, a ese ritmo hay grandes probabilidades de que haya más desastres, pues la saturación de humedad en los suelos ha llegado al límite como consecuencia del exceso de lluvia.

Tobar agregó que los desastres naturales que afectan a Guatemala están ligados al cambio climático, pues debido a este llueve con exceso, en algunos lugares, o se registran sequías, en otros sectores.

Explicó que en el país hay más de 36 mil lugares poblados, y que en la mayoría se carece de planes de ordenamiento territorial, lo que contribuye a que aumente la vulnerabilidad a los desastres naturales.

Refirió que Guatemala es el noveno país en el índice de vulnerabilidad a escala global, por lo que  el Estado tiene un reto por delante, implementar estrategias para prevenir los desastres.


“Lo primero que se debe hace es atacar la pobreza, porque cuando las personas tienen mejores oportunidades pueden afrontar y adaptarse de mejora manera a los efectos del cambio climático”, explicó.

Mario Fong, experto en erosión, señaló que gran parte de los problemas causados por la lluvia se deben al cambio de uso de suelos, principalmente para agricultura, pues esa práctica se hace, por lo general, sin supervisión profesional, lo que causa una pérdida de masa boscosa.

Agregó el país es vulnerable a los desastres naturales, pues debido a la pérdida de cobertura vegetal, los suelos se saturan al máximo de humedad, por lo que considera que es un tema de gobierno, en el cual se deben proponer estrategias encaminadas al manejo adecuado de suelos.

Hace dos años, un cerro sepultó varias casas en El Cambray 2, Santa Catarina Pinula. El resultado fue dramático, pues más de 200 personas perdieron la vida. (Foto Hemeroteca PL)

“Hay que ser conscientes de que no se puede vivir sin la agricultura, pero se pueden tomar medidas de mitigación para prevenir desastres”, comentó Fong.

Sergio García Cabañas, director de la Conred, comentó que gran parte de los daños causados por la lluvia se deben a los efectos de cambio climático, al hacer referencia a las inundaciones en la  Costa Sur, donde los daños son severos, pues casi toda esa región está bajo el agua.

Agregó que en sectores como Nueva Concepción, Escuintla, no se registraban inundaciones desde hace tres años, lo que le causa preocupación, debido a la situación que hoy en día se vive en esa región y que demuestra el grado de vulnerabilidad de la zona.


Agregó que en Guatemala hay dos mil 50 puntos de riesgo, por lo que es importante involucrar a la población en las medidas de prevención, con lo que, según él, se puede evitar tragedias.
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García Cabañas refirió que aún hay poca cultura de prevención, lo cual se evidencia en las inundaciones, ya que grandes cantidades de basura bloquean el paso del agua, principalmente en puentes.

Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) la totalidad del territorio nacional presenta una “situación crítica” de concentración de humedad en el suelo, que en algunas zonas llega al 100%, como Alta Verapaz, Quiché, Huehuetenango, San Marcos, Petén, El Progreso, Jalapa, Zacapa, Chiquimula e Izabal.

Autoridades del Insivumeh aseguran que la precipitación de este año se compara con la que se registró en 1998, durante el paso del huracán Mitc, y aunque el grado de destrucción no es en nada parecido, recomiendan permanecer en alerta.

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