Cada alcalde tiene su ideología y trabaja como mejor le parece. Creo que la labor de uno nace del corazón y a mí me apasiona ayudar a las personas, y no me importa que a veces los detractores digan que estamos haciendo las cosas mal. Creo que mi trabajo lo califico bien, porque lo que estoy haciendo también es obra.
¿Cuál es su finalidad?
Realmente lo que queremos es mantener la unidad tanto en la cabecera como en las comunidades, y mostrarle a Dios que aquí somos verdaderos hermanos, porque brindamos amor.
¿Qué cantidad de gente atiende en su despacho y le brinda apoyo?
Los días que yo vengo a la Municipalidad atiendo entre 140 y 150 personas que necesitan una u otra cosa.
¿Qué es lo que más le piden los pobladores?
Muchas cosas. Entre estas, dinero para comprar medicinas, para comprar alimentos, para darles de comer a sus hijos e insumos como parales, reglas y láminas para arreglar sus viviendas
También solicitan que se les arreglen tuberías del servicio domiciliario, pues por alguna fuga sufren escasez de agua o alguna conexión eléctrica les está causando problema.
¿De dónde salen los recursos para ayudar a estas personas?
Los recursos salen de alguna parte de mi sueldo y de rubros que voy arreglando. Si dijera que todo este dinero que les doy a las personas sale de mi bolsa, recibiría mucha crítica de algunos que no me quieren.
¿Cuáles fueron sus principales ofrecimientos en campaña?
Me enfoqué en ofrecer la obra social. Yo siempre dije que llegaría a la Municipalidad si Dios me daba la oportunidad, ya que cuando Él ve el corazón y el sentimiento de las personas es cuando actúa. Yo le hice una promesa al Creador, que de ganar iba a trabajar la obra social, pero más que todo la obra humana.
Yo siempre lo dije durante la campaña y lo sigo diciendo, que tiene más importancia o prioridad el trabajo social —necesidades personales— que una obra con valor de Q300 mil o Q500 mil.
¿Cuáles son los problemas más serios del municipio?
Los problemas más serios son la contaminación. La información que puedo proporcionar es que he trabajado en el sistema de drenajes, y para tratar la basura el año pasado tenía en proyecto la construcción de tres plantas de tratamiento, pero por no ser afín al partido político de turno el Consejo Departamental de Desarrollo (Codede) me retiró los proyectos.
¿Qué piensa hacer para resolver el problema de la basura?
Todo lo tenemos controlado, pues ya retomé ese tema y para el próximo año tenemos programada la construcción de tres plantas de tratamiento: una en la aldea El Subinal, otra en la aldea Tierra Blanca y otra en la aldea Palo Amontonado.
Usted indicó que el Codede de entonces le quitó las obras. ¿Cómo es la relación con quienes lo integran ahora?
Actualmente la relación con el Codede es muy cordial, ya que ambos somos del partido oficial. Por ello, creo que todo lo que yo planifique para mejorar algunos servicios en Guastatoya lo vamos a poder realizar.
También tengo una estrecha relación con el gobernador departamental, Rigoberto Salazar, porque es el presidente del Codede, y además es integrante del partido de gobierno.
¿Cómo se encuentra la distribución del agua domiciliar?
Ese es otro problema serio, ya que nos ocasiona un gran gasto en cuestión de mantenimiento de las bombas, porque toda la distribución del vital líquido es por bombeo y se invierte mucho dinero en el pago de la electricidad.