Osberto Gómez, director de la Casa de la Cultura de Mixco, informó el municipio fue fundado en 1526 por Pedro de Alvarado, quien lo asentó junto al Cerro Alux con el fin de protegerse de los enemigos.
Recordó que al principio el nombre era Santo Domingo Mixco, según consta en documentos de 1787 de la Cofradía de Santo Domingo. Añadió que posiblemente por las épocas liberales el nombre quedó solo como Mixco.
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Según documentos, Mixco significa tierra de loza pintada. Algunas muestras que se conservan demuestran que en el lugar hubo alfarería de calidad y belleza.
Uno de los acontecimientos históricos ocurrió el 9 de julio de 1778, cuando las imágenes de Jesús de La Merced y de la Virgen de La Merced pasaron por el municipio en su recorrido hacia el Valle de la Ermita.
“La capital de la Antigua Guatemala hacia la nueva Guatemala de la Asunción pasó por Mixco”, refiere Gómez, quien añade que con el paso de los años el municipio ha cambiado.
Transformación
Gómez resaltó que para 1976 Mixco tenía unos 36 mil habitantes, pero después del terremoto del 4 de febrero de ese año mucha gente se fue a vivir ahí, donde actualmente, según estimaciones, puede haber un millón de habitantes.
“En 1932 Mixco contaba con 12 aldeas y el terremoto causó una explosión demográfica muy grande”, manifestó Gómez, y agregó que la cercanía con la capital motiva a muchos a vivir en el lugar.
Explicó que el municipio también se ha convertido en una ciudad dormitorio; además, no se tiene dato de cuántos llegan a trabajar a diario al lugar.
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Según Gómez, El Naranjo, en la zona 4, es un área considerada de élite por su plusvalía y estilo de viviendas. Recordó que la finca fue comprada por Fermín de Aycinena en noviembre de 1794, pues tenía ganado para corrida de toros. “La finca tenía lago y dos ríos”, donde algunas personas llegaban de día de campo, añadió. Otro cambio es el puente que forma parte del bulevar del mismo nombre, el cual une a Mixco con la capital.
Otros cambios han ocurrido en la actual zona 8. Antiguamente Ciudad San Cristóbal era una finca, que, según una monografía de 1932, producía carbón, leña, maíz y frijol, y ganado. Con el pasar de los años el inmueble fue vendido y se formaron colonias con familias de clase media y media baja.
El Paseo de los Campeones, en la zona 4, era conocido como El Zanjón, porque en el lugar desembocaban aguas servidas. Con el paso de varias administraciones ediles el sitio fue recuperado, hace más de 30 años, dijo Gómez.
Ese bulevar está dedicado a deportistas del municipio que han destacado en distintas disciplinas a escala nacional e internacional.
La colonia Primero de Julio también se ha transformado. Un grupo de vecinos trabaja para conservar el barranco Las Guacamayas, para beneficio y ornato del municipio.
Otros cambios
El área central del municipio también ha cambiado: El recién construido arco con la imagen de Santo Domingo de Guzmán, patrono del lugar, rememora el nombre del santo. Además, la Calle Real del municipio ahora tiene un aspecto colonial.
Otro proyecto en marcha para mejorar el ornato es una plaza en el parque central, donde habrá vendedoras con distintas clases comida típica, pues se busca mejorar la estancia de vecinos y los visitantes. En 1983 la administración edil de turno diseñó ese parque para darle elegancia.
Gómez indicó que a pesar de las transformaciones, el área central del municipio y algunas aldeas mantienen la identidad de pueblo, que el 4 de agosto celebra su feria patronal.
Residentes que han nacido en Mixco mantienen las tradiciones del municipio como la elaboración de chicharrones, chocolate, dulces típicos y el caldo colorado.
Urbanismo
Karina Navarijo, directora Municipal de Planificación, informó que en el municipio varios sectores han tenido auge urbanístico y recordó que hace unos 30 años, en la zona 8 había granjas.
De esa época a la actualidad ha continuado el desarrollo como el caso de El Naranjo, en donde desde hace 15 años ha tenido más empuje el desarrollo urbanístico, con la construcción del bulevar que conecta con la capital.
Otro aspecto que favorece al municipio es la interconexión con la ruta Interamericana. “Ya somos parte de la metrópoli, nuestro desarrollo va enfocado a áreas urbanas, aunque todavía hay unos centros poblados que aún estamos en el desarrollo de servicios”, manifestó Navarijo.
La funcionaria agregó que el crecimiento poblacional ha hecho que la gente busque sectores accesibles, por la posición geográfica del municipio.
También ha tenido transformación el área de San Cristóbal, donde la inversión ha avanzado para el desarrollo, como la creación del bulevar San Cristóbal hace más de tres décadas.
Respecto del área central del municipio, Navarijo indicó que ha habido cambios, pero se ha tratado de mantener la arquitectura típica con el fin de resguardar la identidad local.
Añadió que trabajan en el Plan de Ordenamiento Territorial y el Plan de Desarrollo Municipal como instrumentos que de alguna forma creen las condiciones para ser atractivo para el sector privado.
En los últimos años la inversión privada ha sido en el desarrollo de vivienda, condominios, multifamiliares, bodegas y comercio. Se busca generar condiciones para atraer mayor inversión del sector industrial, con el fin de generar condiciones de empleo para los vecinos.
Testigo del cambio
Muchos vecinos de Mixco nacieron en el municipio y han visto los cambios. Uno de ellos es Doroteo López, de 88 años, quien recuerda que cuando era niño había pocas casas en el centro del pueblo y las calles eran de terracería. Tampoco había alcantarillado y pocas personas tenían servicio de energía eléctrica. “Era permitido tener solo un foco de 25 watts”, dice con una sonrisa.
Agregó que en su familia eran 10 hermanos y que la mayoría de los vecinos se encerraba a partir de las 18 horas, porque no tenían con qué alumbrase. Resaltó que otros salían a caminar, pues no había delincuencia en el lugar.
Recuerda que cuando una casa estaba con la puerta abierta soldados alertaban al dueño y la cerraban, aunque algunas viviendas eran de caña con paja o caña de milpa y que el mercado estaba en el lugar que ahora ocupa la biblioteca.
Mixco tuvo un cambio grande luego del terremoto de 1976, pues las personas construyeron casas formales. Además, el crecimiento obligó a la colocación de drenajes. “Ya teníamos mejor vida y comenzó a haber trabajo. Antes todo era barato, como las verduras y la carne”, manifestó López, quien recuerda que también se cultivaba maíz, güisquil y papaya.
Al municipio llegaban buses extraurbanos y el pasaje hacia la capital costaba entre 10 y 15 centavos. Con el pasar de los años el municipio creció en población y servicios.
“Ahora miro a Mixco como una ciudad, yo lo tomo como la segunda ciudad de Guatemala, pues ya desaparecieron los cercos de caña y las casas de paja. Hay pocas casas de adobe”, manifestó López.
Agregó que las autoridades deben trabajar en cuanto a las necesidades de los pueblos y tener conocimientos de estos.
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