“Los padres de mis niños se han convertido en una pieza esencial en esta tarea, con la cual busco que no se atrasen, ya que están aprendiendo a leer y escribir”, resaltó Hernández, quien antes de la emergencia por el covid-19 atendía a 30 niños de la escuela Rural Mixta de San Antonio Calvillo, en la cabecera de Escuintla.
Hernández agregó que prepara el material didáctico que entrega a sus estudiantes cada fin de semana. “Se los entrego los domingos, llego a sus casas y les explico a las mamás qué deben hacer y así los niños tienen las tareas para hacerlas toda la semana”, indicó la docente.
Mónica de Solares, ama de casa, dijo que apoya a su pequeño en las tareas, al mismo tiempo que atiende los quehaceres del hogar. “Es difícil, pero por él hago el esfuerzo, ya que no quiero que se atrase en sus clases”, resaltó.
Lorena Asabán, otra madre de familia, comentó que junto a una de sus hermanas ayudan a sus dos hijos de primaria. “Es complicado, pues tengo ya varios años de haber salido de la escuela y hay cosas que uno ya se le han olvidado, pero ahí vamos todos apoyando a los pequeños en sus tareas”, señaló Asabán.
Distribuirán material
Según estadísticas de la Dirección Departamental de Educación de Escuintla, son mil 33 los establecimiento públicos que no están funcionando en el departamento; además, 90 mil 664 niños cursan primaria.
Amalia Ixcoy, jefa de la Dirección Departamental de Educación de Escuintla, comentó que han recibido las guías didácticas que serán distribuidas a la población estudiantil del departamento.
“Se hará un cronograma para entregar este material a los supervisores, para que ellos los trasladen a los directores de las escuelas y por último lleguen hasta los padres de familia”, comentó Ixcoy.
La funcionaria resaltó que al momento que se reanudan las clases, y cada maestro deberá realizar las pruebas respectivas para determinar el aprendizaje adquirido por los alumnos y en base a ello hacer los refuerzos necesarios.