Los pobladores han organizado procesiones y rezos para que cese la actividad del coloso, que pone en riesgo a las comunidades más cercanas. (Foto Prensa Libre: EFE)
Instituciones y líderes comunitarios vigilan de cerca la actividad del Volcán de Pacaya, pues el nuevo flujo de lava avanza imparable.
El miércoles último, el Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) informó que el río de lava y materiales volcánicos alcanzaba una longitud de 2 mil 100 metros, “con su frente ubicado al sur del sector conocido como La Breña”.
Ante las advertencias de las instituciones, los pobladores de las localidades más cercanas han organizado rezos y procesiones para “calmar la ira del coloso”.
Los dueños de las viviendas más cercanas a los flujos también se han organizado para vigilar, especialmente de noche, el comportamiento del flujo ante el riesgo que representa.
Un poblador observa los flujos de lava, en San Vicente Pacaya, Escuintla. (Foto Prensa Libre: EFE)Curiosos arriesgan su vida al acercarse a la espectacular actividad. (Foto Prensa Libre: AFP)Un poblador aprovecha el calor de los flujos de lava para asar carne y calentar tortillas. (Foto Prensa Libre: EFE)Los ríos de lava son imparables. (Foto Prensa Libre: AFP)Ante el temor y riesgo del avance de la lava, pobladores organizan procesiones. (Foto Prensa Libre: AFP)