“Palacios pensó que había cometido el crimen perfecto y que con el hecho de haber quemado el cadáver se perdería toda pista, pero no fue así”, expuso un investigador de la Policía Nacional Civil.
Familiares denunciaron en aquella ocasión la desaparición de Erminia, y fueron jornaleros quienes dieran la voz de alerta del hallazgo de un cadáver carbonizado.
Los investigadores solicitaron un reconocimiento de la víctima a través de pruebas de ADN, de esa manera comprobaron que se trataba de Erminia, con lo cual comenzaron con la búsqueda del responsable.
Un año y medio después las autoridades han capturado al que creen es el principal sospechoso: Palacios Turcios.
Palacios fue puesto a disposición del juzgado de turno de Escuintla.
Los investigadores agregaron que con el avance en la tecnología es posible determinar la identidad de los cuerpos. No obstante, instaron a la ciudadanía a denunciar los delitos ya que sin esa base es muy difícil dar con los responsables.