Inconformes indicaron que durante varios años han vendido en el referido lugar, pero para dar lugar a actividades cívicas se retiran del lugar, pero su sorpresa es que no los dejan reinstalarse.
Erika Álvarez, residente de aldea Aceituno, en la cabecera, indicó que llegó cerca de la comuna con la intensión de efectuar un trámite, pero al ver presencia de agentes de la Policía Nacional Civil y de la Policía Municipal de Transito, prefirió no llegar a la entrada del edificio, el cual permanece con las puertas cerradas para evitar que vendedores molestos ingresen a causar problemas.
Otros vecinos consultados indicaron que aunque la comuna atiende a puerta cerrada, no se sienten tranquilos ingresar para hacer diligencias, debido a que en cualquier momento puede haber disturbios.
Rafael Trujillo, poblador de Escuintla, dijo que aunque la municipalidad se ve bien sin ventas; también es cierto que quienes se dedican a la economía informal deben de llevar el sustento diario a sus casas.
“Es aplaudible la acción de la comuna de retirar las ventas que cubren los edificios públicos, pero lo realizaron de una forma irresponsable, pues primero tenían que tener un lugar adecuado para los vendedores y luego quitarlos”, manifestó el entrevistado.
Les ofrecen solución
Este lunes, líderes de vendedores buscaron el apoyo de la Gobernación Departamental para mediar en la problemática y debido a que, la gobernadora Aura Palala no se encontraba, la representó Alfredo Marroquin, quien informó que la municipalidad necesita que los 16 vendedores que fueron retirados de enfrente comuna, se trasladen a un costado del parque central en lo que logran la construcción de locales para que reubicarlos.
Giovanni Lau, concejal tercero de Escuintla, explicó que los 16 vendedores que están registrados en la comuna, no son los mismos que están en las ventas y que por tal razón, ellos no pueden efectuar acuerdos con quienes no son los legítimos dueños de los negocios.
Resaltó que en la problemática han percibido un manejo de intereses de los cuales no serán participes, pues el trato lo harán con los comerciantes que están autorizados a quienes les construirán locales en un sector denominado la Isla, que se ubica a un costado del parque central. Añadió que la construcción estará lista entre tres y cuatro semanas.
Desconfían de información
En tanto, representantes de los vendedores aseguraron que no confían en la información del concejal Lau, pues no tienen nada por escrito. “Cuál es el miedo que como dirigentes de mercado hablemos con el Concejo y que ellos nos den un documento que nos ampare que ya no habrá desalojos”, expresó Jairo Quan, líder del grupo de inconformes.
Quan resaltó que fueron engañados, pues según él, en buena fe quitaron las ventas por las fiestas de independencia como lo han hecho todos los años y su sorpresa fue que no pueden ocupar de nuevos sus lugares.
