Luis Román, de los Bomberos Voluntarios, comentó que cada año han sido convocados por las autoridades para que den capacitación a los vendedores de pirotecnia, pero este no los invitaron a participar.
“Esta vez nos hemos dado cuenta que los vendedores no tienen agua, arena o un extinguidor a la mano para para sofocar un incendio; lo más peligroso es que unas ventas fueron colocadas en áreas vulnerables y si se declarara un siniestro, las llamas rápidamente se extenderían a otros sitios”, comentó Román.
Citó como ejemplo las ventas de pirotecnia instaladas cerca de las ventas de tacos, pues cree que con alguna fuga de gas, o el simple hecho de que alguien fume y lance la colilla podría generarse un incendio.
Agregó que menores de edad, especialmente entre 14 y 17 años, son los encargados de cuidar las ventas y no tienen la supervisión de un adulto.
Los propios vendedores reconocieron que no recibieron capacitación y dijeron que si ocurriera algún siniestro no están en capacidad de reaccionar para evitar que el fuego se extienda.
Vecinos hicieron un llamado a las autoridades para que durante esta semana puedan hacer algún tipo de taller para darles a los vendedores conocimientos básicos de cómo sofocar las llamas y así se puedan evitar tragedias.
Está cerrada
Prensa Libre trató de obtener la versión de la comuna respecto al tema, pero el edificio municipal está cerrado por las fiestas de fin de año y las labores las retomarán el próximo 3 de enero.