Ciudades

Fotogalería: a falta de transporte público, madre e hijas recorren 5 km para vender su comida

Teresa Corio recorre largas distancias junto a sus dos hijas, la falta de transporte público no les impide seguir luchando, y sostener a su familia vendiendo comida durante la cuarentena. Esta historia de esfuerzo se repite cada madrugada.

Son las 4 am, en la aldea El Manzanillo del Municipio de Mixco. Teresa Corio y sus dos pequeñas hijas, se preparan para un largo día de trabajo. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Por falta de transporte público, debido a la cuarentena de la pandemia del covid-19, las tres mujeres tienen que caminar 5 kilómetros diarios, llevando sobre sus cabezas los alimentos que esperan vender. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Teresa y sus dos hijas se enfilan rumbo al parque de Mixco en donde abordarán un taxi para hacer la segunda parte de su recorrido. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
El centro de Mixco aún descansa mientras que Teresa y sus dos hijas recorren sus calles. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Cansadas de caminar por varios kilómetros, las mujeres comerciantes abordan un taxi a un precio de veinte quetzales, que se han vuelto parte de su presupuesto obligatorio durante estos días de cuarentena. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
5:10 am las mujeres ya se instalan en una esquina del Bulevar San Cristóbal. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
5:30 de la mañana, mientras preparan la comida que deberán vender, se acerca el primer comprador del día.Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Panes con frijol, jamón, y huevo son algunos de los productos que doña Teresa ofrece a sus clientes. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Teresa comenta que ella y su familia se ven muy afectadas a causa de la crisis económica que se enfrenta por la pandemia del coronavirus, pues las ventas bajaron demasiado. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
6:30 de la mañana, ya se observan más clientes que piden un café o un atol por la cantidad de tres quetzales. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
“hay que luchar, porque no hay nadie que lleve el pan a la casa” dice Teresa de 34 años de edad, originaria de Nebaj Quiché. Lucha día a día por sus 6 hijos con una venta de comida que le genera Q1500 al mes.

Son las 4 am, en la aldea El Manzanillo del Municipio de Mixco. Teresa Corio y sus dos pequeñas hijas, se preparan para un largo día de trabajo. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Por falta de transporte público, debido a la cuarentena de la pandemia del covid-19, las tres mujeres tienen que caminar 5 kilómetros diarios, llevando sobre sus cabezas los alimentos que esperan vender. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Teresa y sus dos hijas se enfilan rumbo al parque de Mixco en donde abordarán un taxi para hacer la segunda parte de su recorrido. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
El centro de Mixco aún descansa mientras que Teresa y sus dos hijas recorren sus calles. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Cansadas de caminar por varios kilómetros, las mujeres comerciantes abordan un taxi a un precio de veinte quetzales, que se han vuelto parte de su presupuesto obligatorio durante estos días de cuarentena. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
5:10 am las mujeres ya se instalan en una esquina del Bulevar San Cristóbal. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
5:30 de la mañana, mientras preparan la comida que deberán vender, se acerca el primer comprador del día.Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Panes con frijol, jamón, y huevo son algunos de los productos que doña Teresa ofrece a sus clientes. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
Teresa comenta que ella y su familia se ven muy afectadas a causa de la crisis económica que se enfrenta por la pandemia del coronavirus, pues las ventas bajaron demasiado. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
6:30 de la mañana, ya se observan más clientes que piden un café o un atol por la cantidad de tres quetzales. Foto Prensa Libre/ Carlos Hernández
“hay que luchar, porque no hay nadie que lleve el pan a la casa” dice Teresa de 34 años de edad, originaria de Nebaj Quiché. Lucha día a día por sus 6 hijos con una venta de comida que le genera Q1500 al mes.

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