Uno de los animales que más cuidados requiere es Trompita, el elefante de 59 años que llegó al Zoológico en el 2008 luego de haber sido rescatado de un circo. Por su peso y edad, los veterinarios del parque le ponen especial atención al cuidado de las patas, refiere una publicación de Facebook.
Se agrega que la vida de los elefantes está en las patas, por lo que dos veces al día Trompita es sometida a un proceso de limpieza y mantenimiento de sus extremidades, para que las mantenga limpias y evitar el crecimiento de uñas, pues de lo contrario podrían adquirir una infección.
En los tratamientos diarios participa personal capacitado, quienes hacen que las terapias no sean traumáticas para el animal, el cual colabora en los procedimientos a cambio de recibir una recompensa -zanahorias o bananos-.
Según las autoridades del parque, a esos procedimientos el publico no tiene acceso, pero debido a que muchos guatemaltecos preguntan sobre la salud de los animales y tomando en cuenta el cierre del Zoológico, este martes se decidió publicar en redes sociales.
“Por su edad avanzada, los cuidados en sus pateas son vitales, cualquier irregularidad que crezca, cualquier zona que se vea afectada se debe tratar, porque las estructuras dentro de las patas son sensibles”, dijo Alejandro Striedinger, el médico veterinario a cargo del procedimiento.
Agregó que el procedimiento no es doloroso y que tratan de que el elefante se sienta cómodo con él.
En el Zoológico, la atención al público está cerrada y solo trabaja personal que tiene a cargo el cuidado de los animales.
Como Trompita, todos los animales del Zoológico reciben atención especializada. Permanecen en el recinto bajo estrictas medias higiénicas, médicas y de alimentación.